Por montera

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Carta a un negrito

ESTIMADO señor Amuda Goueli: le agradezco la carta, publicada en su blog personal, en la que me cuenta con detalle su lucha por conseguir aquellos sueños que su ciudad natal Nubia (África) le negaron y que logró en España. No se sí pertenece a la zona de Egipto o a la de Sudán, de su pueblo bañado por el río Nilo y sometido a una lucha constante por encontrar su identidad tras varias colonizaciones opresoras. Es, por desagracia, el perfil de casi toda África, por no decir de toda África. Dice usted que yo he insultado a los "negritos". Me veo en la obligación de someter a una desambiguación a dicho término que define a grupos étnicos, no sólo de su país, sino también de Asia. No se tome, por lo tanto, como una ofensa que yo defina como "negrito" a aquellas personas cuyo color de piel así lo determina, como a mí puede llamarme "blanquita" si así le gusta puesto que pertenezco a esa raza que por otra parte es la que más cambia de color.

Siempre he defendido aquella brillante teoría de que los de "color" no son ustedes sino nosotros, ya que nacemos rojos, cuando nos enfermamos nos ponemos amarillos, en invierno somos verdes, con el frío morados, negros en verano y blancos en estado normal. Decía que quienes alientan la ofensa pública porque yo diga "negrito" puede que sean aquellos que hacen sobrevivir la polisemia del término que antiguamente se utilizaba como insulto. Señor Amuda, siento que con su brillante carrera y sobrado talento haya dejado que su corazón muestre una debilidad justificada por defender a su pueblo. Pero es que yo soy una enamorada de África, de sus gentes y una defensora por sus libertades. Llevo en mi muñeca izquierda inherentes pulseras africanas que me regalaron los nativos y trato de viajar allí siempre que puedo.

No voy a contar públicamente mis colaboraciones que trato de mantener en privado para dignificar a las personas que las reciben. Dice que usted es un empresario de éxito gracias a la ayuda de varios españoles a quien menciona; a Santi, quien le pagó el billete de avión para venir a España, Esteban que le dio trabajo y José, quien el regaló un ordenador. Ahora tiene una gran empresa que genera decenas de millones de euros, según me dice, y vende en 25 países. Entiendo que entre ellos está el suyo. También se ha visto ofendido porque dije que a los negritos hay que enseñarles a labrar la tierra en lugar de darles dinero. Si esto le ha ofendido acaba de tirar por tierra toda la campaña que desde hace años lleva haciendo Save The Children cuyo eslogan es precisamente, ese. Según el último censo oficial en África hay 1.141.287.000 habitantes. Señor Amuda, no podemos pagar a cada uno un billete de avión como a usted. Es por ello que hay que acabar con los gobiernos que los dominan. Debemos dotarles de educación, sistemas de salud, de seguridad y libertad. Firmado: una blanca con el corazón negrito.

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