EL proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2015 presentado ayer por el Gobierno ante el Congreso supone la confirmación de que la inversión pública estatal recupera poco a poco el pulso. Los casi 107 millones de euros que irán destinados a la provincia de Huelva representan un 5% más sobre los del presente ejercicio, aunque a años luz de los 204,8 millones del año 2009, antes del estallido definitivo de la crisis. Otra perspectiva aparece cuando comparamos las cifras en inversión por habitante: Huelva se sitúa levemente por debajo de la inversión por habitante en Andalucía y algo más lejos de la española, luego es preciso insistir en la necesidad de que las administraciones -en este caso, la estatal- corrija los desequilibrios territoriales mediante una mayor equidad en la distribución de las inversiones. Más aún teniendo en cuenta la deuda histórica que el Estado mantiene con una provincia castigada por la precariedad de sus infraestructuras del transporte, como una y otra vez subrayan los agentes sociales.

No por sabido hay que dejar de recordarlo: no existe línea de alta velocidad, el aeropuerto se ha dejado en manos privadas pero tampoco se desbloquea y el desdoble de la N-435 es un sueño postergado año tras año porque sólo se prevé una partida para la variante Beas-Trigueros. La inversión pública va pareja a la creación de empleo y de riqueza, luego ni es baladí ni victimismo reclamar para Huelva lo que sí se otorga a otras provincias por razones que rara vez o nunca se ofrecen. Que Huelva cuente con un censo de población de unos 520.000 habitantes (lo que se traduce en solo cinco diputados en el Congreso) hace que la fuerza de su representación política sea escasa y que, por tanto, las demandas de sus ciudadanos sean más difíciles de defender. Pero precisamente por ello es necesario que sus representantes políticos se empleen más a fondo a la hora de trasladar las necesidades de la provincia y de reclamar inversiones. Entre las noticias positivas de ayer figuran algunas obras importantes, como la mejora de la vía ferroviaria Huelva-Sevilla, las obras en los regadíos y el respaldo al proyecto CEUS de aviones no tripulados. Soluciones para  el presente y apuestas para el futuro: se reducirán los tiempos de viaje entre las dos ciudades, mejorará la competitividad de la producción agrícola onubense y se apuesta por una rama emergente de la industria aeronáutica en un sector con un enorme campo de desarrollo que puede atraer a grandes empresas para que, además de probar aquí sus prototipos, también los construyan.