Cultura

Vázquez Díaz, en diálogo con Caballero

  • El Museo descubre hoy, con el patrocinio de 'Huelva Información, el óleo 'La muerte del torero', del nervense La obra luce junto a la 'Primera ilustración para El llanto por Ignacio Sánchez Mejías'

El Museo de Huelva presentará esta tarde La muerte del torero, óleo de Vázquez Díaz, dentro del espacio La Pieza del Mes. La obra estará acompañada, en diálogo, con la Primera ilustración para El llanto por Ignacio Sánchez Mejías, aguada de uno de sus más ilustres discípulos, José Caballero, que en 1934 realizó esta obra para la conocida obra de Federico García Lorca, en la que se ahonda en la relación del toreo y la muerte.

En el acto, que tendrá lugar a las 19:00, participarán José Juan Díaz Trillo, que leerá el texto realizado para acompañar la obra, y el grupo teatral El nombre es lo de menos, dirigido por Juan José Oña. La delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Carmen Solana, también asistierá a la presentación.

Según informaron desde el Museo de Huelva la obra de Vázquez Díaz es una gran composición grupal que destaca por su grandeza plástica, su dibujo arquitectural, y una sobria paleta de grises y negros. Esta economía cromática parcial es utilizada para encuadrar y destacar al protagonista de la obra, que actúa como contraposición al resto de elementos de la composición por su posición horizontal, colorido y luminosidad. El resto de los personajes observan con impasibilidad al torero yacente. Incluso uno de ellos muestra más atención a la reacción de sus acompañantes que al féretro y a la bendición del sacerdote.

Aunque es un conjunto, cada uno de los personajes están captados como si de un retrato individual se tratase. Una habilidad que Vázquez Díaz refleja es la capacidad de revelar la psicología del representado. En este caso, se establece una diferencia entre la que sería la cuadrilla del torero, con vestidos de corto, con expresión de tristeza contenida, unida a las figuras femeninas, que pueden recordar a las plañideras de las clásicas pinturas religiosas. Esto llevar al observador directamente al dolor de la muerte.

El espacio interior en el que se desarrolla la escena abre una ventana al fondo, donde se aprecian una casitas blancas. Este recurso aporta profundidad y evita que el espacio se vuelva agobiante, al igual que hizo Velázquez en Las Meninas (1656, Museo del Prado, Madrid).

El mundo del toreo es una constante en la temática de Vázquez Díaz. Son numerosas las obras que se pueden clasificar con este tema. Entre 1908 y 1918 el artista realizó un conjunto de cuadros taurinos que comenzó con el tríptico Sangre y Arena, del que sólo se conserva el lienzo Toreros saludando (Fundación Mapfre, Madrid), realizado en París entre 1908-1909. Estos cuadros estaban destinados al público y a los marchantes parisinos, entre los que los temas taurinos gozaban de gran atractivo. Su estilo personal hizo que Vázquez Díaz alcanzara fama entre la crítica parisina: "Sus cuadros de toros y toreros nos alejan de la eterna escena de pandereta (…) Su pintura ve hasta el fondo las lamas con una crueldad increible" (Pierre Jan).

En este lienzo se observan influencias que marcarán la obra del artista, sobre todo en una primera etapa, en la que ya está en París, pero todavía no se ha empapado de las influencias de vanguardia, o quizás aún, no las refleja descaradamente como en obras posteriores. La reminiscencia predominante aquí es la pintura del Siglo de Oro y ante todo, la del manierismo de El Greco, de quien se hace inevitable comparar La muerte del torero con El entierro del Conde Orgaz (1587, Iglesia de Santo Tomé Toledo). Ambas composiciones siguen un mismo esquema, un friso continuado de cabezas observan con pesar el cuerpo sin vida y tendido, y las manos de los personajes colocadas en diferentes posiciones, son claros paralelismos observables entre ellas. Del mismo modo, se apunta un recuerdo a las pinturas de Zuloaga. Es una composición muy teatral, que tanto gustará a la llamada pintura lacrimógena de primeros de siglo. Por último, también es visible la influencia de Manet con su obra Torero muero, (1864, Galería Nacional de Washington, EEUU).

Vázquez Díaz realizó La Muerte del Torero en su ciudad natal, Nerva, aunque no residía en ella desde hace años. Esta obra refleja la incipiente modernidad del artista tras su paso por París, donde residió en el barrio de Montmartre varios años, imbuyéndose de la bohemia artística parisina de la mano de Amadeo Modigliani, Picasso, Cézanne, Gaugin, Renoir y Matisse, entre otros. El lienzo participó con gran éxito en la exposición de la Societé National des Beaux-Arts parisina.

La obra es propiedad del Centro Nacional de Arte Reina Sofía de Madrid, procedente de la ordenación de fondos del desaparecido Museo Español de Arte Contemporáneo. Se encuentra depositada en el Museo de Huelva desde 1973. Ha participado en numerosas exposiciones nacionales e internacionales. La última ocasión en la que la obra salió del Museo de Huelva fue el pasado año para la exposición Capes de Paseo, de la simplicité à l'apparat, del Museo de las Culturas Taurinas de Nimes (Francia).

En la exposición de La Pieza del mes, el lienzo de Vázquez Díaz se acompaña en diálogo con la Primera ilustración para El llanto por Ignacio Sánchez Mejías, obra de José Caballero realizada en 1934 para la conocida obra de Federico García Lorca. Realizada bajo el influjo surrealista, resulta ser un sistema de yuxtaposición de elementos de diversa índole que conforman una escena abigarrada de marcado carácter onírico.

Ignacio Sánchez Mejías fue un gran torero muy unido al mundo artístico e intelectual. Gran amigo de Federico y de los literatos de su época, en 1927, después de una carrera triunfal, decidió abandonar los toros definitivamente y dedicarse de lleno a la literatura. Ya en el verano de 1934, volvió a los ruedos, sufriendo una cogida en la plaza de toros de Manzanares. Falleció el 13 de agosto de 1934. El poeta decidió escribir una elegía en honor del amigo desaparecido, lo que sería uno de los poemas más impresionantes de toda su producción. Según testimonio de Pablo Neruda, fueron él y José Caballero quienes le convencieron para publicarlo.

'la muerte del torero' Autor: Vázquez Díaz

Año: 1912, Nerva

Detalle: Óleo sobre lienzo. 219 x 274 cm.

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