Siempre se ha dicho que el deporte es bueno para la salud. Si además su práctica supone un gran disfrute pues aún mejor. Un ejemplo de ello es la petanca, que se está haciendo de un enorme eco en la comarca serrana. Se trata de un deporte que ha pasado de ser todo un desconocido a provocar el incentivo de la actividad física en un grupo importante de la población, especialmente, los mayores, y muy en particular el género masculino.

Hasta ahora era muy habitual jugar a la petanca en cualquier zona con superficie dura como recintos feriales, campos de fútbol de albero o zonas adaptadas en los polideportivos. Hay pocos recursos pese al enorme interés y las ganas que mostraban los vecinos de la zona por practicarlo. Para jugar a la petanca sólo hacen falta las bolas por cada integrante o pareja según se juegue, un boliche, saber las reglas y practicar en alguna pista de petanca.

En la Sierra de Huelva la petanca ha tenido un importante auge que ha provocado la creación de 29 pistas de petanca repartidas por varios municipios de la comarca. Se trata de una inversión de la Diputación de Huelva de 46.000 euros, es decir, 1.500 euros para cada Ayuntamiento junto al coste de la placa conmemorativa. Incluso para alegría de los aficionados la mayoría de los Ayuntamientos han apostado por la petanca creando una segunda pista bajo fondos municipales.

En el caso de Aracena recientemente han sido inauguradas las dos pistas por el diputado provincial de deportes, Manuel Jesús Fernández Ferreras.

Hasta en la propia inauguración había varias partidas de petanca que las distintas autoridades tuvieron que cortar parcialmente, y algunos de ellos se atrevieron a lanzar alguna bola.

La petanca es un deporte que permite la convivencia de sus participantes, que suelen ir acompañados de familiares y enganchando a personas cercanas desde parejas hasta los más pequeños. En Aracena las dos pistas están ubicadas en una amplia zona entre las traseras del pabellón cubierto, nueva plaza del polideportivo y la piscina cubierta. Uno de los elementos más curiosos son los marcadores artesanos que realizan algunos de los jugadores.