Huelva

Una pieza clave del progreso serrano

  • Máximo Chaves, vecino de Santa Ana la Real, recupera la historia de la empresa de autobuses Casall no está solo En esta iniciativa, Chaves ha contado con la colaboración de la Asociación Cultural Valle de Santa Ana, el Ayuntamiento y el centro Guadalinfo de este pueblo, la Asociación Cultural Lieva y otras instituciones públicas.

Durante el primer cuarto del siglo XX, la comarca serrana continuaba centrando su transporte en la tracción animal, a través de burros y mulos, que llevaban mercancías y personas de un pueblo a otro. No obstante, las mejoras en la red viaria, unidas al desarrollo de la industria de la automoción, conllevaron una auténtica revolución con la introducción del vehículo a motor.

Por los caminos que unían los distintos núcleos de población empezaban a verse los primeros carros sin tiro y el vehículo a motor, en sus distintas modalidades, comenzaba a llegar a la Sierra. Tractores y camiones realizaban sus primeros trayectos por los caminos y las incipientes carreteras, aunque eran escasos los automóviles en propiedad por aquellos tiempos.

El verdadero progreso en esta materia llegó de la mano de pequeñas empresas radicadas en pueblos como Cortegana y Aracena, que empezaron a establecer rutas más o menos periódicas que, con destino Sevilla, Huelva y Portugal, hacían escala en diversas localidades. Como ejemplo, puede citarse la empresa Automóviles de la Sierra, constituida en los años veinte del siglo pasado por la compañía Santa Teresa de Electricidad SA.

El transporte público se configuró como un avance social de gran importancia. Desde bien pronto, una empresa emerge sobre las demás en la comarca, capitaneada por Antonio Casal, quien tras absorber a varias compañías, fundó Transportes Antonio Casal, germen de la futura Casal SA.

El autobús regular cobrará en las poblaciones un papel fundamental ya que, además del transporte de viajeros, las antiguas furgonetas que ofrecían el servicio en la Sierra se convirtieron en el auténtico eje de la comunicación, el comercio y el aprovisionamiento de muchas localidades.

En los antiguos autocares Saurer y Chevrolet, acompañando a los pasajeros, viajaban a sus distintos destinos el correo, la prensa, medicinas, loterías y un sinfín de mercancías, que hacían de cada parada un acontecimiento.

Toda esta historia está pendiente de ser rescatada y puesta en valor, y a ello se ha lanzado Máximo Chaves, vecino de Santa Ana la Real, que ha decidió ponerse manos a la obra para recuperar la historia de la empresa Casal, una vez que ha dejado ya de prestar servicios en la Sierra.

Su idea nació en junio de 2010, como un homenaje a su suegro, Juan José Martín, que regentó el bar de la parada en aquella localidad, y que atendió a miles de viajeros que paraban a tomar café a las 6:45 de cada mañana. En esta iniciativa ha contado con la colaboración de la Asociación Cultural Valle de Santa Ana, el Ayuntamiento y el centro Guadalinfo de este pueblo, la Asociación Cultural Lieva y otras instituciones públicas.

Este investigador prevé organizar una exposición itinerante con fotografías, documentos y otros objetos, además de poder editar alguna publicación conmemorativa que recoja parte de la historia de una empresa fundamental para entender el progreso de la comarca serrana.

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