Los horarios del Lunes Santo serán los establecidos por el Consejo de Hermandades y Cofradías, toda vez que las Hermandad de las Tres Caídas cediera "por este año" y aceptara "el horario propuesto por la junta de gobierno, quedando así resuelto el problema que pesaba sobre el Lunes Santo". Así lo señala una nota emitida ayer por la Vicaría General del Obispado que fue quien convocó a las partes implicadas en el contencioso, el Consejo y las cuatro hermandades del Lunes Santo.

El obispo de la Diócesis, monseñor José Vilaplana, recordó ayer su sufrimiento ante las discrepancias que surgen en situaciones como la vivida con el Lunes Santo y mostró su esperanza en que "todos estemos unidos y centremos nuestra atención en la pasión y muerte de Jesucristo".

El comunicado de la Vicaría General expresa que convocados por el señor vicario general, por expreso deseo del señor obispo, se reunieron en el Obispado, por parte del Obispado el vicario general, el vicario episcopal para la Celebración de la Fe y el promotor de Justicia de la Diócesis. Y por parte de las hermandades el presidente, el vicepresidente y el secretario del Consejo de Hermandades; y los hermanos mayores de las hermandades del Lunes Santo.

Dio comienzo la reunión con unas palabras del vicario general, Baldomero Rodríguez, transmitiendo el mensaje del obispo, "el ruego de que se alcance un acuerdo respecto a las dificultades horarias del Lunes Santo por el bien pastoral del Pueblo de Dios y para que la Semana Santa de Huelva sea celebrada con la paz y religiosidad que su naturaleza requiere".

La nota añade que "la reunión se desenvolvió con un ordenado diálogo, aunque no libre de cierto y duro enfrentamiento en el debate", ya que "los asistentes de cada institución representada se mantenían firmes en sus posiciones. Con facilidad afloraban, en el diálogo, cuestiones y tensiones del pasado. El moderador procuraba centrar la cuestión, que no era otra que alcanzar un acuerdo sobre horario del Lunes Santo". La nota añade que se presentaron tres propuestas horarias con el fin de recabar el consenso. Una, la establecida por la junta del Consejo, "que es a la que corresponde, estatutariamente, la responsabilidad de señalar el horario de apertura y cierre de la carrera oficial".

Una segunda propuesta fue la que la de Tres Caídas "presentaba como 'acuerdo' tomado días atrás por las hermandades del Lunes Santo". Dicha propuesta no alcanzó, en este encuentro, "el apoyo debido".

El vicario para la Celebración la Fe, Diego Capado, por su parte, "con el fin de avanzar en la búsqueda del consenso, presenta una propuesta intermedia. Tampoco fue aceptada por todos".

El texto del Obispado prosigue relatando que ante esta situación de desacuerdo, el vicario general, convocante y moderador de la reunión, centra la cuestión rogando a los hermanos mayores se definan con claridad, si asumen o no el horario señalado por la junta del consejo. Se hizo saber que, de no alcanzarse acuerdo, "se cumpliría el Estatuto, cuyo art. 64 contempla la aplicación del laudo". Sometido, pues, dicho horario a consenso, lo aceptaron tres de las cuatros hermandades presentes. "Lógicamente, quedaba sin resolver el conflicto horario del Lunes Santo", añade.

Con este resultado de falta de consenso, el vicario general daba por concluida la reunión, comunicando, previamente, que se reservaba el derecho a mantener, a continuación, una conversación privada con la Hermandad de las Tres Caídas, cosa que tuvo lugar de inmediato. "El diálogo fue respetuoso, cordial y muy positivo", dice la nota. Las Tres Caídas "puso de manifiesto su aportación al bien común del Lunes Santo, cambiando la posición de paso por la carrera oficial. Con todo, el hermano mayor, a instancia de la autoridad eclesiástica y antes de implicar, un año más, al señor obispo en un problema de horarios cede, por este año, y acepta el horario propuesto por la Junta del Consejo, quedando así resuelto el problema que pesaba sobre el Lunes Santo".

A esta reunión le siguió otra sobre los horarios de Miércoles Santo sin que haya modificación alguna, con lo que se mantienen los aprobados, sin que se haya facilitado nota alguna al respecto.