La costa onubense será testigo este fin de semana de las conocidas como mareas equinocciales, que en esta ocasión serán más fuertes de lo habitual a causa de la alineación de la luna y el sol. El profesor del Departamento de Geodinámica y Paleontología de la Universidad de Huelva (UHU), José Borrego, explicó ayer que "esa alineación entre sol y luna se sucede cada 15 días, dando como resultado el fenómeno de las mareas vivas". Las mareas muertas acontecen también cada 15 días, simultaneándose de este modo, con las muertas. Estas últimas se producen cuando la luna y el sol se sitúan en cuadratura

En esta ocasión, añadió el docente, hay que tener en cuenta que el equinoccio representa el momento de la primavera en el Hemisferio Norte, el momento en que la Tierra se encuentra más cercana al sol, lo que hace que las mareas en estos momentos del año, sean más acentuadas. El ingrediente culminante es que a las equinocciales se les añade la marea viva. El resultado de todo ello es que el coeficiente podrá alcanzar hasta el 117, cuando normalmente los valores oscilan entre 90 y 105. El día 20 el coeficiente bajará a 114.

Las repercusiones de todo esto suponen mayor altura del nivel de agua en la pleamar y justo lo contrario en la bajamar.

José Borrego indicó que "la costa onubense se sitúa en una zona intermedia en la dinámica de mareas". De este modo, las oscilaciones medias se sitúan entre 2,10 y 2,50 metros entre bajamar y pleamar. En esta ocasión, el contraste entre la pleamar y la bajamar alcanzará los cuatro metros, cuando en mareas muertas se queda en 1,50 y las vivas alcanza los 3,50 metros.

Estas mareas vivas equinocciales se van a registrar tanto en la jornada del sábado como en la del domingo. La pleamar más alta sin embargo, será la del día 19 a las 15:13, en Huelva capital.

Afortunada y previsiblemente, las mareas equinocciales no van a tener repercusiones negativas como ha sucedido en otras ocasiones, el año pasado sin ir más lejos.

El principal problema podría suscitarse en caso de que nos encontráramos inmersos en un temporal de lluvias, cosa que no va a suceder. El alto coeficiente de mareas, sumado a las precipitaciones y un alto caudal de los ríos harían más que factible un desbordamiento en la ría. "Las previsiones meteorológicas -explicó José Borrego- hablan de situación de altas presiones. Además, el caudal del Odiel baja sin excesos y la dirección del viento es Oeste y no Sur, que facilitaría una mayor entrada de agua marina a la ría".

Para los curiosos, cualquier parte de la costa puede valer para contemplar el fenómeno, pero el docente de la UHU recomienda el Muelle del Tinto, un lugar "en el que cuando hay mareas vivas ya casi se queda al mismo nivel del agua por lo que las pleamares de este fin de semana tendrán allí una incidencia especial". No tendrá menos atractivo ver hasta qué nivel se queda a cielo abierto, el lecho marino o de la ría onubense.

José Borrego añadió que "la ría onubense presenta un fenómeno que es inédito en otros lugares de España" y es que las mareas son más fuertes en su interior -a la altura del puente sifón por ejemplo- que a la entrada a la altura de Mazagón. Dicho fenómeno se produce a que el flujo que procede del mar se va constriñendo conforme avanza hacia el interior de la ría, a causa de la configuración de ésta.