La capital otorga su reconocimiento máximo a sus paisanos más ilustres

Celebración del día de huelva Distinciones en la festividad del Patrón, San Sebastián

Nueve personas e instituciones reciben las Medallas de Oro de la ciudad en la Casa Colón · Cientos de onubenses abarrotaron el Palacio de Congresos para respaldar a los homenajeados

El Litri, Juan J. Domínguez, Antonio Casado, María López, Pedro Rodríguez, Manuel Carrasco, El Raya, María Figueroa, Mª D. Hidalgo y Faustino Romero, ayer.
El Litri, Juan J. Domínguez, Antonio Casado, María López, Pedro Rodríguez, Manuel Carrasco, El Raya, María Figueroa, Mª D. Hidalgo y Faustino Romero, ayer.

La noche grande del onubensismo se tornó fiesta ayer en el Palacio de Congresos de la Casa Colón. Centenares de onubenses -atraídos especialmente por la presencia en el auditorio de Manuel Carrasco- abarrotaron el patio de butacas para respaldar a los trece homenajeados del año, a aquellos a los que se reconoce con la nominación de una calle o con la entrega de la Medalla de Oro de Huelva, máxima distinción de la ciudad, en el marco de la celebración del día del Patrón, San Sebastián.

La ceremonia institucional, presidida por el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, comenzó con la proyección de un emotivo vídeo dedicado a todos los que ya recibieron la Medalla, a los que "entregaron su vida a defender esta tierra". Imágenes para el recuerdo al compás del himno de la capital.

El primer capítulo de la velada pasó por la designación de aquellos cuyo nombre quedará para siempre rotulado en el callejero de la ciudad: el psicólogo fundador de Alcohólicos Rehabilitados Onubenses (ARO), Cristóbal Gangoso; el traumatólogo Pedro Azcárate; el sindicalista y político Marcelino Camacho (recientemente desaparecido y fundado de CCOO); y del quiosquero Lino, que dará nombre a la Plaza de San José. Luego, una pieza musical interpretada por la Banda de Música Municipal de Huelva daba paso a la entrega de las Medallas de Oro.

Un emocionadísimo Faustino Romero recogía la distinción en la categoría de Economía ante la atenta mirada de la Corporación municipal con humildad, recordando sus inicios al frente de la empresa de autobuses que lleva su apellido y dedicándole el premio a su mujer, "que ya no está, y a mis hijos, mis tres puntales".

La Medalla a la Solidaridad fue para el Teléfono de la Esperanza. Su presidenta, María López, reiteró la "enorme satisfacción y alegría" que supone para la asociación este reconocimiento a las más de "166.400 horas de escucha continuada al corazón de Huelva". Para esos onubenses que "nos han regalado su historia, su lucha, sus risas y sus lágrimas", además de para la desaparecida compañera Julia Madruga, fue su dedicatoria.

El decano del Colegio de Abogados de Huelva, Juan José Domínguez, merecedor de la Medalla al Trabajo, ofreció su galardón a la ciudad "que me ha permitido trabajar durante 57 años, lo que supera en 17 años la edad de jubilación, pero espero que me queden muchos más porque quiero morir con la toga puesta", confesó ganándose las risas del respetable. El público le entregó también una sonora ovación cuando se dirigió a la Corporación (con representantes del IU, PSOE y PP) para pedirles que, "ya que defendéis vuestros programas electorales e ideas con fuerza, podríais poner el mismo empeño en pensar en que habría que ceder algo para llegar al consenso en beneficio de los onubenses, para que ellos puedan presumir de tener a los mejores políticos de España".

La distinción a la Identidad Onubense fue para el cantaor y flamencólogo bollullero Antonio González El Raya. El guardián del fandango se mostró muy feliz por la insignia e indicó que "cuando Dios creó el mundo dijo a Huelva: Os voy a dar un cante que sólo vais a poder cantar ustedes, mientras que ustedes vais a poder cantar los de los demás". Y un fandango acabó su alocución: "Amo a la tierra que piso como si fuera sagrada, la defiendo con mi vida y me duelen las palabras de los que siempre la olvidan".

El director de la ONCE, Antonio Casado, recogió la Medalla a la Integración Social y lo hizo en honor a "los onubenses que confían a diario en nuestros juegos, contribuyendo a configurar una sociedad más inclusiva y solidaria".

El reconocimiento a la Participación Ciudadana fue para la Asociación de Amas de Casa Virgen de la Cinta. Su presidenta, María Dolores Hidalgo, agradeció "profundamente esta distinción al esfuerzo que, de manera desinteresada, venimos haciendo las más de 600 socias" que la conforman.

Cuando el torero Miguel Báez Spínola El Litri recibió la Medalla a las Artes sonó más de un olé en la platea. El matador se lo tomó como "un verdadero orgullo que siempre llevaré en mi corazón torero y en mi alma de onubense".

La superiora de las Madres Agustinas, sor María Figueroa, se deshizo en agradecimientos por el reconocimiento obtenido por la congregación por su labor educativa: "Gracias a Huelva porque siempre nos anima a dar lo mejor de nosotras mismas".

El plato fuerte de la noche se reservó para el final. La Medalla a la Cultura fue para el cantautor de Isla Cristina Manuel Carrasco. Para él, "que tu gente se sienta orgullosa de ti es el mayor premio". Entre el aluvión de aplausos, el artista alcanzó a decir visiblemente emocionado que "a Huelva la quiero no sólo por ser la tierra mía, sino porque he llorado mil veces de alegría con esta ciudad". Su discurso acabó con un poema: "Mi Huelva de los caminos, de sentimiento y fandango, yo no cambio tus quejíos por ningún otro milagro".

El punto y final al acto lo puso el alcalde, Pedro Rodríguez, que recordó que ésta es "la ciudad más antigua de Occidente", ya que nació hace 5.000 años. Reivindicando mejoras en las infraestructuras de comunicaciones "para poder competir con los demás en igualdad de condiciones", invitó a los ciudadanos a disfrutar de "la fiesta del onubensismo, el día en el que todos hacemos una manifestación pública de nuestro orgullo de ser onubense o de pertenecer a esta tierra".

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