"¡Cómo iban troncando blancura por blancura las azoteas!. Los que estábamos en ellas nos gritábamos cosas de ingenio mejor o peor, pequeños y oscuros en aquel silencio reducido del eclipse". La prosa poética de Platero y yo sonó ayer en la voz de Diego Vázquez, monitor de Platalea, mientras un grupo de onubenses presenciaba el eclipse solar parcial desde uno de los miradores del parque Alonso Sánchez de la capital onubense. Vázquez eligió para esta ocasión el capítulo El Eclipse de la popular obra de Nobel moguereño.

El año 2011 comienza regalando, en su cuarto día, este bello fenómeno astronómico, que tuvo su fase álgida a las nueve menos diez de la mañana. Equipados con gafas especiales para protegerse los ojos, los asistentes disfrutaron del espectáculo que les brindaron los astros, una imagen que no se podrá volver a ver hasta el 3 de noviembre de 2013.

"Allí está el sol con ese bocado dado", comentó el monitor de Platalea, que subrayó que también Juan Ramón Jiménez y Platero vieron un eclipse de sol hace más de cien años. Según el Nobel moguereño, "mirábamos el sol con todo: con los gemelos de teatro, con los anteojos de larga vista, con una botella, con un cristal ahumado; y desde todas partes: desde el mirador, desde la escalera, del corral, desde la ventana del granero, desde la candela del patio, por sus cristales granas y azules...". En este sentido, Vázquez recomendó a los que asistieron al parque Alonso Sánchez que fueran más precavidos y usasen gafas especiales.

También el poeta romano Lucrecio, a través de De la naturaleza de las cosas, estuvo presente en esta velada que tuvo como marco el cielo de Huelva. Muchos de los allí presentes no dudaron en inmortalizar el momento con sus cámaras de fotos.

Platalea eligió el parque Alonso Sánchez como escenario porque "es un punto elevado de la ciudad que te permite ver el horizonte sin que los edificios sean un obstáculo", a lo que el monitor añadió que "es un lugar espectacular, pocas ciudades cuentan con un mirador de estas características, te permite divisar vistas a 360 grados".

A pesar de que el cielo amaneció ayer en la capital onubense con alguna nube, esto no fue un impedimento para ver con nitidez la ocultación parcial del sol. "Ha habido suerte, hace frío pero lo hemos podido disfrutar".

Entre las personas que contemplaron el fenómeno se encontraba Jacinto Mata, que acudió con su pareja y su hijo, acompañado éste por un amiguito. "La experiencia ha sido muy bonita, al principio estábamos dudosos por como amaneció el día pero se ha podido ver completamente". Subrayó que a los niños "les ha encantado, han podido ver en la realidad lo que aprenden en el colegio y seguro que no se les va a olvidar".