Huelva

El sueño de Dubai, la estafa que acabó en los calabozos

  • El empresario ofrecía sueldos de 600 euros al día y convirtió a Punta Umbría en lugar de peregrinaje de parados · Está imputado por un delito contra los derechos de los trabajadores

Tuvo la sangre fría de jugar con el pan y las ilusiones de miles de parados en plena crisis económica y convirtió a Punta Umbría en el principal destino de peregrinaje de todo el país durante algunos días. En mayo de 2010, el nombre de Huelva abría periódicos e informativos nacionales con una oferta de trabajo tan insólita como atractiva: sueldos de 15.000 euros mensuales (600 euros diarios y gastos incluidos) por colocar cristales en un rascacielos de Dubai, con jornadas laborales de diez horas diarias seis días a la semana. A cambio, sólo exigía medir más de 1,75m y no sobrepasar los 90 kilos, pero no solicitaba ninguna cualificación profesional. Garrido utilizó incluso a pequeños empresarios de Punta Umbría como colaboradores para ganarse la confianza de las personas e instituciones, a los que se consideró como víctimas del engaño y perjudicados.

"Se necesitan trabajadores para el extranjero. Trabajo muy bien

remunerado". Con este escueto anuncio, el empresario José Manuel Garrido captó primero la atención de desempleados de la localidad costera, después a los del resto de la provincia y, vía internet, arrastró a parados y no parados de todos los rincones de España.

Mientras se producían las primeras especulaciones sobre la veracidad de la propuesta de trabajo, especulaciones que se trasladaron a decenas de foros en internet revolucionando a los interesados y colapsando las centrales telefónicas de ayuntamientos de la Costa y medios de comunicación de toda la provincia, desde Madrid, un portavoz de la Embajada de los Emiratos Árabes confirmaba que la oferta de Garrido era totalmente "falsa" y aseguraba que el empresario no había contactado ni realizado ningún tipo de trámite ni ante la representación diplomática de Dubai en España ni directamente en el mismo país.

El supuesto mediador de la oferta despertó la misma polvareda entre los desempleados que desconfianza en determinados círculos. Garrido fue llamado por la Policía Nacional para que se personara en las dependencias con el pretexto de que entregara documentación. Y no salió ya de la Comisaría hasta que fue conducido a la Audiencia Provincial para comparecer ante el juez de guardia, imputado por un delito contra el derecho de los trabajadores.

Mientras, la noticia del arresto del empresario (en la jornada del 12 de mayo) corrió como la pólvora entre los afectados y, a las puertas del Ayuntamiento de Punta Umbría y alrededores se producían las primeras reacciones y protestas, mientras agentes de la Policía Local se ofrecían a tomar los datos de las primeras denuncias, que irían en aumento en días sucesivos.

El Juzgado de Instrucción 3 de Huelva decretaba días después la puesta en libertad de José Manuel Garrido, al que se le imputa un delito contra los derechos de los trabajadores (por el que fue detenido) y se le atribuye además el de estafa en grado de tentativa.

El empresario tiene que comparecer ante el instructor cada 1 y 15 de mes y se le retiró asimismo el pasaporte, por lo que no puede abandonar el país.

Tan sólo dos meses después del sueño falso de Dubai, el mismo empresario -al que le constan un total de 16 arrestos hasta la fecha, los dos últimos en octubre y diciembre- y está pendiente de un juicio por estafa en el que el fiscal le solicita cinco años de prisión, volvió a ser detenido a raíz de la investigación abierta pro la oferta millonaria de trabajo. En una investigación desarrollada en varias comunidades autónomas, la Policía comprobó que se gestó un chiringuito financiero mediante la constitución de la sociedad Abu Dhabi Dubai Investments SLU, falseando ante notario la escrituras de constitución y de ampliación de capital con acciones y participaciones inexistentes. Se colocó al frente de la misma, como administrador único, a una persona insolvente, "testaferro", y se fraguó, mediante el alquiler de un pequeño despacho con teléfono, fax y una mesa en Sevilla y la contratación de varios trabajadores.

La trama ofertaba falsas inversiones en Dubai y consumó presuntas estafas en varias provincias (Madrid, Sevilla, Huelva, Salamanca) por valor de 150.000 euros.

José Manuel Garrido, conocido con el alias de El Tiburón, fue detenido en 2008 como cabecilla de una red dedicada a estafas a través de internet, que operaba en Sevilla y en Huelva.

En la capital, donde reside, tenía un local y había abierto una web en la que vendía vehículos de importación de alta gama que sus compradores jamás llegaron a ver, a pesar de haberle transferido adelantos de dinero. Tres años antes, fue arrestado e imputado en la llamada Operación Castillo (2005), en la que aparece el nombre de Sergio Mora Carrasco, El Yeyo, por una organización ilegal de coches con los cargos (inicialmente) de robo de vehículos, falsedad documental, estafa, fraude fiscal, asociación ilícita, cohecho, prevaricación, malversación y contra la propiedad intelectual.

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