Lo que le ocurrió a Marcel Proust antes de escribir En busca del tiempo perdido es una revelación universal, la reminiscencia a través de los sentidos: el novelista francés probó el sabor de una magdalena mojada en té, soterrada en las costumbres de su infancia, y los días felices se le revelaron en un instante, reconstruyendo las vivencias del pasado. Todo un universo que renace de la casualidad, como sucede a los coleccionistas de juguetes antiguos. El catalizador, el hallazgo en el mercadillo o la tienda de antigüedades y el poder de evocación de una pieza, invisible antes, que nos teletransporta al recuerdo. Desde Huelva, Javier López tiene ahora un museo virtual en Internet (fundamentalmente figuras de acción de los años 70 y 80, Madelman, Geyperman, Gi Joe y todas las figuras que se puedan imaginar), compartido con todos, y la réplica material, la matriz, en decenas de estantes en su casa: más de mil juguetes vintage coleccionados desde hace cinco años. La joya de corona, una recreación Western, la carreta.

Una pasión creciente para este médico de familia que trabaja en el centro de salud de Isla Chica y ha fomentado en la Red una amalgama de aficionados, con distintas publicaciones sobre estas complicidades y sus nuevos re-descubrimientos.

"Todo empezó cuando hace unos años me empezaron a llegar juguetes de amigos y familiares que estaban a punto de acabar en la basura -cuenta-. Me puse a repararlos, entrando en páginas especializadas de Internet para estudiar las piezas".

Viendo que sus colecciones han suscitado gran interés entre los aficionados, le gustaría organizar una exposición en la ciudad. De momento, aparte de su blog sobre el tema (http://javier-eldragondorado.blogspot.com) y la publicación digital de la Guía Madelman, coordina la edición de la revista Figuras en acción, también en formato on line y con una cartera de colaboradores especializados.