La XXVI Semana Santa Chica se celebra en la Plaza Marqués de Aracena desde las doce del mediodía. En esta edición como en las anteriores saldrán en procesión cofradías de distintos barrios y calles de la localidad serrana. Esta tradición de Aracena vinculada a los más jóvenes está relacionada con la pasión que vive este pueblo la Semana Santa. Y los abuelos, padres, hermanos y cofrades en general transmiten la costumbre entre generaciones para mantener una fiesta tan peculiar como simbólica, ya que refleja el futuro de quienes velarán por las hermandades y cofradías de Aracena.

De hecho en la Semana Mayor existen capataces y costaleros que han participado con anterioridad en la Semana Santa Chica. La edad máxima permitida para participar es de catorce años. Algunos llevan ya meses ensayando, siendo fácil verlos por las tardes por las calles de Aracena haciendo sus ensayos a semejanza de los mayores.

Cada año la ornamentación de los pasos y enseres convierte en una fiesta los días previos, con todos los niños en cocheras y casas sacando lo mejor de cada uno para el disfrute de todos en el día de hoy. Por ejemplo, las cruces de guía hechas con tablas de madera, los faroles algunos con botellas de plástico, el capirote de los nazarenos de cartulina con el color representativo de cada cofradía, las varas de representación con cualquier palo de un cepillo de barrer y forrado con papel de plata.

La organización está compuesta por cofrades ligados a las hermandades de penitencia y glorias de Aracena. Finalmente, el jurado deliberará los diversos premios entregados junto a alguna cantidad económica por las autoridades civiles y municipales de la localidad serrana. Sin duda alguna merece la pena contemplar la vista del paseo céntrico de Aracena, en torno al mediodía, repleto de personas; jóvenes participantes, familiares, curiosos, cofrades y presentes en general.