Arranca un año crítico para la gestión de supervivencia del Ayuntamiento de Huelva, que sigue buscando atajos de financiación en todos los frentes, empezando por una de las operaciones urbanísticas de mayor envergadura en la historia de la ciudad: el Ensanche Sur.

En cuanto el avance de los trámites lo ha permitido, el equipo de Gobierno del PP ha movido ficha para captar parte de los ingresos que le corresponden por la primera edificación prevista en la zona, el centro comercial y de ocio que se construirá en el actual Recinto Colombino, y que tendrá por locomotora a la cadena Eroski. La Junta de Andalucía autorizó el pasado 26 de diciembre la construcción de esta gran superficie, cuya edificabilidad superará los 60.000 metros cuadrados. Se trata de una actuación promovida por Descirea, filial del Grupo Trusam que compró en 2004 las Marismas del Titán, territorio que, junto al paraje de Las Metas (donde se proyecta la estación del AVE) completa la zona de expansión de la capital.

Según ha podido saber este periódico de fuentes municipales, una vez el proyecto del centro comercial ha recibido las bendiciones del Gobierno autonómico, han tenido lugar negociaciones recientes entre la promotora y los responsables del Consistorio para cerrar los flecos de unas obras que se quieren iniciar este mismo año. Por eventualidades de última hora, el concejal de Urbanismo, Francisco Moro, sustituyó al alcalde el pasado viernes en una reunión con la empresa en Madrid, en la que el portavoz del Gobierno municipal solicitó un anticipo del 50% de la licencia necesaria para la construcción de este equipamiento. Este tipo de permisos tiene para las constructoras un coste del 6% del valor de ejecución de la obra, si bien en este caso el presupuesto no está ajustado en su totalidad porque el diseño del edificio sigue a expensas de una serie de reajustes que se esperan resolver en el plazo de un mes. La última cifra de referencia sobre la inversión que supondrá el centro comercial del Ensanche fue de 125 millones de euros, en virtud de un informe sobre el impacto económico de la operación que presentaron en 2008 especialistas de la Universidad de Baleares por encargo de la promotora Descirea. Tomando esta base, el adelanto que ha solicitado el Ayuntamiento por la licencia de obras rondaría los 3,7 millones de euros.

El proyecto impulsado por Cecosa Hipermercados SL (de la cabecera Eroski) se concibe como un centro comercial y de ocio de última generación y aspira a ser una referencia no sólo en la capital, sino en la provincia y el Algarve portugués. Se construirá en una parcela de 142.000 metros cuadrados, cuya edificabilidad máxima es de 65.252,88 metros cuadrados de techo y 22 de altura, incluyendo una reserva de aparcamientos en superficie, con 3.127 plazas.

Haciendo fachada a la ría, este equipamiento se define con un diseño singular a cargo de L35 Arquitectos, un estudio internacional que desde 1967 ha dejado su impronta en una treintena de países. Calcula la promotora que a finales de enero o inicios de febrero podrá desembarcar en la Gerencia Municipal de Urbanismo el proyecto definitivo, una vez que el organismo que encabeza Francisco Moro ya emitió el pasado verano un informe favorable, paso previo al visto bueno autonómico.

En paralelo, se está trabajando en la comercialización, estando confirmada la participación de Inditex en el proyecto -con Zara y el resto de sus marcas de moda-, así como de C&A, Primark, empresas de juguetería, bricolaje y diversos sectores, al margen de los establecimientos de restauración que se abrirán en la primera planta con fachada a la Ría. Según indicaron a este periódico desde la promotora Descirea, a pesar de las dificultades que la crisis impone también a la expansión de estas franquicias, el enclave privilegiado del centro comercial juega como un reclamo decisivo en la apuesta que están haciendo estas grandes cadenas.

Recientemente se suscribió, además, un convenio con los empresarios de Huelva (a través de Asemco y la FOE) para garantizar la integración del comercio autóctono en este proyecto, requisito que impuso la Consejería del ramo para dar luz verde a la operación.