El campo onubense estuvo ayer parado y volverá a estarlo hoy. Este fue el resumen de la primera de las dos jornadas de paro general en los sectores agrícola y ganadero a nivel nacional. Asaja, Coag y UPA se han unido en esta convocatoria de protesta que ayer secundó el 100% de los agricultores y ganaderos de la provincia. Hubo concentraciones en Moguer, la Palma, Lepe, Cortegana, Puebla de Guzmán y Alosno. En las que se leyó un manifiesto con el que se reivindicaron precios justos para los productos, mayor transparencia en los precios de los insumos agrarios; una fiscalidad adecuada; un plan de financiación y refinanciación del sector; el establecimiento de una Política Agrícola Común (PAC) más allá del año 2013; un plan de apoyo a las energías renovables; y un plan de concentración de la oferta e integración cooperativa.

Las organizaciones agrarias cuentan con el apoyo de la Junta de Andalucía. La consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, que estuvo ayer en Huelva, respaldó "las reivindicaciones legítimas" del paro general. Al mismo tiempo que pidió "cambios" en la política agraria comunitaria para "proteger y mejorar" los sectores primarios porque "son fundamentales ya que mantienen el empleo en el medio rural y desarrollan la cohesión territorial en todos los estados".

Recordó que Andalucía representa el 25% de la producción agraria española, lo que es razón más que suficiente como para que el Gobierno andaluz reclame a los de España y Europa que los fondos de apoyo a la agricultura y ganadería marquen un horizonte "claro y despejado" para estos sectores y lleguen hasta el 2020. La disminución de la renta agraria es otra de las cuestiones que más preocupa a la Consejería de Agricultura. Clara Aguilera subrayó que "hay que imponer transparencias en los precios pues es insostenible la diferencia que existe entre el precio del productor y el que pagamos los consumidores". La consejera se marcó la responsabilidad de tomar medidas para frenar esta merma en la renta agraria que influye negativamente sobre el sector.

Las soluciones se ven en largo plazo pues Aguilera ya advirtió que todo esto "no se resolverá en poco tiempo".

La concentración más numerosa de Huelva tuvo lugar en La Palma con unos 200 agricultores. La plaza de España del municipio condal se vio inundada por un sector que languidece por la especulación que se hace de sus productos y por la competencia desleal de terceros países en los que la seguridad alimentaria brilla por su ausencia.

José Morales, vicepresidente primero de Asaja-Huelva, explicó que UPA, Faeca, la Asociación de Citricultores de la provincia y Freshuelva secundan la protesta que no hace más que constatar la necesidad de que se adopte un paquete de medidas urgentes para apoyar a un sector capital para la economía de la provincia. En zonas como el Condado onubense la agricultura continúa representando el único yacimiento de empleo que ha resistido a la crisis.

En la lectura del manifiesto al que se dio lectura momentos antes de disolver el paro, Morales criticó que el Gobierno "apoye a la banca y el sector del automóvil, mientras que vuelve la espalda a los agricultores". Asaja volvió a reivindicar el doble etiquetado, una de las esperanzas del sector para poner coto a la especulación que, aseguran, se encuentra detrás de la atomización de precios que sufren los productos desde que es adquirido al agricultor hasta que culmina la cadena comercial y llega al consumidor.

Unos 50 ganaderos de la comarca de la Sierra han participado en la concentración de Cortegana donde se puso de manifiesto la mala situación del sector. Los productores reclaman mayor financiación para las explotaciones de cerdo ibérico y la bonificación de algunos impuestos.

Los ganaderos mostraron su preocupación por la situación climatológica de este año, muy perjudicial para las cosechas y para sectores tan importantes en la Sierra onubense como el castañar y el cerdo ibérico. Los ganaderos destacaron la bajada de precios de los cerdos, la escasez de oferta de compra por parte de los industriales y el problema no haber cobrado todavía los animales que se vendieron del pasado año.