Huelva

Isla canta la salve a su Simpecado

  • La Hermandad del Rocío del municipio costero abre cada fin de semana las puertas de su casa para dedicar el tradicional cántico a la Blanca Paloma · En el acto participan numerosos vecinos y turistasl dos años de tradición La iniciativa de cantar al Simpecado surgió en el verano de 2007 cuando era hermano mayor Javier Morgaz y desde entonces sus sucesores en el cargo han continuado con la puesta en marcha de este acto.

La Virgen del Rocío despierta fervor y devoción durante todo el año entre sus fieles de Isla Cristina. De ello puede dar fe la hermandad del Rocío de la localidad costera, que cada fin de semana procede a cantar la salve al Simpecado de la Blanca Paloma en su casa hermandad. Situada en la simbólica plaza de San Francisco, en pleno casco antiguo, y rodeada de bares, la sede de este colectivo congrega en torno a este acto a numeroso público del propio municipio y a visitantes que, atraídos por la originalidad del acto fuera de fecha, acuden más que nada a tener una noche de convivencia son sabor rociero.

Esta iniciativa surgió en el verano de 2007 cuando el entonces hermano mayor, Javier Morgaz, arropado por la junta de gobierno de la hermandad, tuvo la idea de abrir las puertas del edificio que custodia la carreta en la que se encuentra el simpecado. Durante el tradicional cántico, los hermanos rocieros de Isla abrieron una pequeña barra para servir copas a precios populares con el fin de recaudar fondos para cubrir parte de los gastos del camino. Su puesta en marcha resultó todo un éxito y después de aquel año la nueva directiva, presidida por Francisco Amorós, decidió continuar con las que pasaron a denominarse las salves del fin de semana.

Este acto se realizaba solo durante el periodo estival pero la directiva de la Hermandad del Rocío de Isla Cristina ha anunciado que no cesará a lo largo del otoño y del invierno.

Numerosos artistas provinciales y locales se han ofrecido para cantar las salves en la casa hermandad rociera de Isla, desde solistas o dúos hasta coros. Se trata, sin lugar a dudas, de un gran reclamo para el público que, en su empeño por coger una buena localidad y no perder detalle de dicha breve actuación, se suele acercar antes del comienzo del acto y, de paso, aprovecha para tomar una copa creando un ambiente de hermandad.

Por otro lado, este acto sirve como punto de referencia en el que los rocieros aprovechan para hablar y organizar de manera informal los detalles o novedades que puedan sucederse para el camino de peregrinaje hacia el Rocío, en la romería del año siguiente.

Los días de la salve rociera han tenido tanta importancia en los últimos veranos que se han incluido en la agenda cultural que edita el Ayuntamiento isleño como un atractivo turístico más.

La labor de la junta por sacar adelante lo que empezó como algo ocasional se ve cada fin de semana reflejado en el esfuerzo que hace cada hermano, dándole vida a una casa hermandad que durante mucho tiempo ha permanecido con sus puertas cerradas, mostrando la carreta a modo de escaparate. Ahora todo es distinto, la carreta luce más engalanada que nunca y los turistas que participan en las noches de convivencia se llevan a su tierra como recuerdo un trocito del sentir rociero que hay en Isla Cristina.

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