Ya hace casi tres años que se aprobó en Andalucía la Ley Antibolletón, que obliga a reservar en cada municipio un espacio determinado para que los jóvenes hagan botellón -botellódromo- en un lugar alejado del casco urbano que no moleste a los vecinos. Durante el verano, el aumento de población que sufre la costa onubense hace que se convierta en una zona muy susceptible en cuanto a los problemas que esta práctica juvenil genera. Por ello, y desde que saliera la Ley, los ayuntamientos de algunos municipios del litoral han realizado los deberes, y cuentan con un lugar para la práctica de esta afición nocturna.

En Matalascañas, la playa más oriental de la provincia, desde hace ya dos veranos el botellódromo está situado en la zona del mercadillo. Según Melani Romero, la concejala de Playa del Ayuntamiento de Almonte, el espacio cuenta "con todas las dotaciones necesarias para garantizar el ocio y la seguridad de los jóvenes como aseos, iluminación, contenedores de vidrio y envases para potenciar que reciclen", manifestó. El espacio está capacitado para albergar a más de 2.500 personas. Y aunque la Concejala reconoció que "es difícil ubicar un sitio para el botellón por las molestias que causa", afirmó que "este lugar es el mejor situado, ya que tampoco está lejos de la zona de urbanizaciones, con lo que garantiza que puedan ir andando", destacó.

Sin embargo, para el presidente de la Asociación de Propietarios de Matalascañas, Juan Gómez, el lugar escogido por el consistorio "es mejor que en donde estaba, en la Avenida de la Adelfas, pero no es el sitio más adecuado" manifestó a Huelva Información. El hecho es que se encuentra a muy pocos metros de la Casa Cuartel de la Guardia Civil, por lo que "molesta a los familiares". Además, Gómez se quejó de que las carpas "no tienen las suficientes salidas de emergencias, por lo que no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad para nuestros jóvenes". Para el Presidente de los Propietarios, el lugar ideal para ubicar el botellódromo, es la zona de los alrededores del Parque Dunar, espacio que ya propusieron al Ayuntamiento y que recibieron la respuesta de que se haría más adelante. No obstante, tanto la Concejala de Playa como el Presidente de Propietarios coinciden en que lo mejor para Matalascañas es la creación de una zona de ocio nocturno, que también albergue locales.

En Punta Umbría el botellódromo se ha trasladado desde la parcela del mercadillo hasta la zona del nuevo recinto ferial. El espacio, denominado por el Ayuntamiento puntumbrieño ociódromo, se encuentra junto al Club Deportivo Náutico y las discotecas Consorcio y Agrippina. Cuenta con baños, iluminación, cuatro kioscos, una carpa, contenedores para el reciclaje y los residuos orgánicos, así como una zona de aparcamiento. Aunque el botellódromo puntumbrieño ha sido trasladado dos veces en dos años, primero desde la zona de la Ría y después desde el mercadillo, estos cambios no han sido nada 'traumáticos' y los jóvenes de la localidad se han adaptado sin problemas a la nueva ubicación.

Más al oeste de la provincia, ya en la zona de La Antilla, parece que el fenómeno de la dispersión del botellón ha llegado a la playa. Desde el Ayuntamiento de Lepe informaron que ya no hay demanda. No obstante, para aquellos que quieran continuar con esta afición pueden seguir reuniendose en la zona de El Terrón, en los aparcamientos de la ermita de la Virgen de la Bella. Además, continúa el servicio de 'El autobús de la movida', que desde las 00.00 hasta las 7.00 horas, transporta a los jóvenes a las zonas de marcha con paradas en Lepe, La Antilla y El Terrón.

La misma tónica se sigue en Isla Antilla, donde el tipo de veraneantes, al lado de la zona del Club de Golf, no es muy dado ha realizar estas prácticas. Para ello, existen varios bares de copas que sí cuentan con el beneplácito de los jóvenes.

En el mismo municipio, en Isla Cristina, sí cuentan con un botellódromo. Se sitúa en la zona de El Divino y está a las afueras de la localidad. "Está dotado con aseos, luces, agua, y hace años se puso a un DJ's, no obstante, nuestros jóvenes prefieren la música de sus coches", destacó el concejal de Juventud isleño, Federico Vaz. Este espacio cuenta con casi 5.000 metros cuadrados donde caben más de 6.000 personas.