La Junta advierte que no aprobará ERE de manera indiscriminada
Dos consejeros recuerdan que la aprobación de expedientes pasa por el previo acuerdo con los trabajadores · El comité de empresa de Ence rechaza la regulación que ésta pretende poner en marcha
Los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) temporales y de extinción de puestos de trabajo se han desencadenado en el Polo Químico de Huelva. Ence, Fertiberia, Ercros son sólo algunas factorías en las que la dirección de la empresa ha decidido presentar en los últimos días reducción de plantillas o cierre total.
La situación que se ha creado es tal que ayer responsables de la Junta de Andalucía advirtieron que a pesar de la crisis no todo vale y que la Administración andaluza no va a permitir a las empresas del Polo Químico que de manera unilateral lleven a cabo el despido masivo de trabajadores.
El primero en salir a la palestra fue el consejero de Empleo, Antonio Fernández, quien aseguró que la Junta no aprobará ningún Expediente de Regulación de Empleo en el Polo que no tenga una causa justificada y suficiente o que no haya sido pactado entre las partes y controlado por la autoridad laboral.
En el mismo sentido se pronunció el consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Martín Soler, quien expresó con claridad y firmeza que el modelo de ERE que defiende la Junta es aquél que pasa por un acuerdo previo entre sindicatos y empresas, por lo que insistió que no apoyará ningún expediente que no venga avalado por ese acuerdo. "La negociación y el diálogo" entre empresa y trabajadores es "el único escenario que el Gobierno andaluz contempla para autorizar un ERE", sentenció el consejero, que ayer se reunió con representantes de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas (AIQB).
Y es que la Junta, aunque reconoce que en algunas empresas hay problemas derivados de la bajada de ventas en el mercado y pueden requerir un ajuste temporal a través de un ERE, no está dispuesta a permitir que "en un territorio todos se pongan de acuerdo, pues algunos llevan razón y otros no".
Es más, según el consejero de Empleo, hasta ahora ha impedido "un aprovechamiento en río revuelto" y recordó que el hecho de que se presente un ERE no es una tragedia, ya que la legislación lo contempla como una medida a veces curativa y no como un mal en sí mismo y a veces puede salvar a una empresa de la crisis.
En cualquier caso, reiteró que aunque el Gobierno andaluz pueda ser comprensivo o no con un ajuste temporal de plantilla, éste tiene que ir acompañado por un plan de viabilidad temporal, de reorientación o de necesidad de circunstancial por la caída de la producción o del mercado.
Precisamente un plan de viabilidad con un ERE temporal de seis meses incluido es lo que presentó el martes al comité de empresa la dirección de Ence, arguyendo altos costes de producción y pérdidas económicas de 93 millones de euros, cuando según los empleados hace sólo un mes eran de 13 millones.
Ayer la asamblea de trabajadores mostró su rechazo al ERE y las propuestas planteadas que afectan al convenio colectivo firmado hasta el año 2012, como la congelación salarial y el aumento de la jornada laboral. La reestructuración de la plantilla afectará a casi 300 trabajadores.
Según el presidente del comité de empresa, Javier Pérez, "cuando se vuelva al mismo ritmo de producción o se busquen soluciones, hablaremos con la empresa, pero nunca de ERE".
Los trabajadores protagonizaron ayer por la tarde la primera concentración a las puertas de la fábrica, así como un corte del tráfico en la carretera que une San Juan del Puerto con la capital onubenses a la altura de la fábrica. La plantilla espera tener listo hoy un calendario de movilizaciones. Además, los empleados critican que la empresa ha malvendido sus activos en Uruguay", donde recientemente se deshacía de su proyecto de planta de celulosa y gran parte de su patrimonio forestal en el país, quedándose únicamente con 30.000 hectáreas de eucalipto para garantizar el suministro de astillas a la fábrica de Huelva.
La dirección de Ence planteó, según expuso en una nota, un conjunto de medidas que negociará con el comité de empresa de su planta en Huelva, "para acometer un plan de reestructuración que consolide el futuro de la planta onubense y que implica importantes inversiones".
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