Es uno de esos amigos y aficionados al ferrocarril que ha luchado por mantener el patrimonio que la actividad minera dejó en nuestra provincia. Cuando habla de ello lo hace con el cariño de quien ha trabajado siempre a su alrededor. Juan Martín ha sido técnico de mantenimiento de la sección eléctrica y ha trabajado más de treinta años en la explotación del Cerro Colorado. Ahora está jubilado y tiene "todo el tiempo, aunque nunca el suficiente" para dedicarse a la Asociación Amigos del Ferrocarril 'Cuenca Minera de Riotinto', de la que es presidente desde marzo del año pasado.

Junto a 90 socios más, Juan lucha por encontrar los aficionados al ferrocarril en general y a los mineros en particular, que han existido en la provincia; en especial a los que se relacionan con Riotinto. Sus labores van más allá y se centran en la divulgación de la historia, así como en la conservación del patrimonio y cuantas acciones vayan encaminadas a su mantenimiento. "Se ha perdido casi todo y nuestro objetivo es mantener lo poco que ha quedado, no más de 10% de lo que en su día existió". Tiene claro que uno de los motivos fundamentales para perder parte de la historia reside en el "abandono que ha existido durante años, porque la empresa no ha querido mantener casi nada".

Juan habla de las vías, los pórticos, o las locomotoras, como si se refiriese a auténticas joyas. De ahí, que se le cambie la voz cuando se refiere a la línea de ferrocarril que discurre a orillas del Tinto, la que durante mucho tiempo enlazaba Minas Riotinto con el muelle de la capital onubense. La misma que viene sufriendo continuos robos en los últimos tiempos. El más reciente, el de un pórtico de señales, que venía funcionando antes de 1890 y que "gracias a Dios" recuperó la Guardia Civil. Su objetivo ahora es poder reconstruirlo, porque "lo han dejado destrozado y no sabemos cómo podrá quedar", a pesar de tratarse de un Bien de Interés Cultural.