Ante la violencia que se vive en las aulas, Anpe pide que, en la legislación educativa, se le reconozca al profesor la condición de autoridad pública durante el ejercicio de su función docente. Según el sindicato, con ello se daría un paso más en la búsqueda de soluciones a la situación de indefensión que vive el profesorado, tras conseguir que las agresiones al colectivo sean consideradas como atentado a un funcionario en el ejercicio de su profesión.

Esta reivindicación se realiza unos días después de que una profesora fuera agredida en Lepe. El presidente provincial de Anpe Huelva, Jesús María García, señaló que "fue un alumno de 4º de Primaria, que ya el año anterior había tenido algún que otro altercado en el colegio donde estaba, del que fue expulsado". Indicó que "por parte de la Administración educativa se tomó la decisión de cambiarlo a este otro centro, donde agredió a su profesora y posteriormente se fue para su casa y ahora nos encontramos que la denunciada es la profesora, y aunque ella diga que no ha tocado al alumno va a tener que defenderse y demostrar que eso es así".

García comentó que en mayo se celebrará el pleno de la junta de personal "y se debatirá sobre esta cuestión", a lo que añadió que "estamos siendo respetuosos con las decisiones del centro, que está pendiente de la celebración del claustro para ver qué medidas toman definitivamente en relación a este caso".

El presidente provincial de Anpe aseguró que "los profesores hoy en día no agreden a ningún alumno, ya están más que desterrados los sistemas de otra época, ahora los agredidos son los profesores". En este sentido, se hizo eco de una frase escrita por Platón hace 2.500 años: "Cuando los maestros temen a sus alumnos y los padres no pueden con sus hijos acaba la pedagogía y empieza la tiranía" para definir la situación actual.

El vicepresidente provincial de Anpe, Juan Ramón Maroto, señaló que el 90 por ciento de los profesores de Secundaria "refieren actos de indisciplina" en las aulas, siendo el 80 por ciento en el caso del profesorado de Primaria. Dentro de estos actos de indisciplina se incluyen agresiones verbales y físicas entre alumnos y agresiones físicas y verbales de alumnos a profesores. Apuntó que "las agresiones físicas a profesores pueden ser puntuales pero el ambiente de no convivencia sí es generalizado".

García comentó que están recabando datos del Teléfono del Defensor del Profesor para, a final de curso, realizar una estadística sobre las agresiones que se registran en los centros públicos y concertados de Huelva. No obstante, destacó que "el clima que se vive en los centros está perturbado, no es sólo que un profesor reciba una agresión física, sino que a los profesores, en muchos casos, les da miedo entrar en clase y ponerse de espaldas a explicar en la pizarra porque continuamente tienen que estar vigilando, ya que no saben lo que les va a venir por detrás. Es esa inseguridad, que se vuelvan y haya jaleo en la clase, y que le riñan a un alumno y esté les conteste, y no se pueda continuar la clase, eso pasa con una frecuencia asombrosa".