La investigación sobre el paradero de la pequeña Mari Luz Cortés parece haber quedado en punto muerto. Cuando se han cumplido ocho días de su desaparición en las inmediaciones del domicilio familiar, en la barriada del Torrejón, no hay una sola pista de la niña pese a los esfuerzos la Policía Nacional (se redoblan turnos y no se recuerda una movilización de efectivos del mismo calibre), apoyada en las labores de rastreo por la Guardia Civil y la Policía Local.

A Mari Luz parece habérsela tragado la tierra, de golpe. Ahora, después de ocho días desde que la pequeña salió de su casa para comprar golosinas, se produce la primera encrucijada entre la Policía Nacional y unos padres, Juan José Cortés e Irene Suárez, rotos por el dolor.

A la incertidumbre de los primeros días, en la familia comienza a hacer mella una desesperación más que lógica. "Hoy me he levantado con más rabia, ya está bien... No queremos compasión, sino resultados", se lamenta por primera vez el padre y, también por primera vez, se dirige con cierta dureza hacia los investigadores. "Demando más seriedad y profesionalidad, lo voy a exigir, y que lleguemos donde tenemos que llegar", enfatizaba.

Ante la ausencia de pistas sobre la pequeña (a la hora de cierre de esta edición no se había producido ninguna novedad), y sin menospreciar el trabajo de las Fuerzas de Seguridad del Estado, la familia Cortés-Suárez busca ya una alternativa a la investigación policial. Ayer mismo, confirmaba incluso que se ha producido algún contacto con dos agencias de detectives privados ubicadas en Barcelona. Una de estas agencias puede ser la contratada por la familia McCann para la búsqueda de Madelaine, la niña británica de cuatro años desaparecida el pasado mayo cuando la familia pasaba unas vacaciones en una playa del Algarve portugués. De hecho, la empresa de investigación privada que trabaja con los McCann no ha desmentido a este diario que se hayan producido ya algunos contactos con los padres de Mari Luz Cortés y ha dado un margen de tiempo para confirmar si trabajarán también en el caso de la pequeña onubense, del que se ha hecho cargo el Juzgado de Instrucción número 1 de Huelva. El jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Huelva, José María Tocornal, reconoció "no ver sentido concreto, ni positivo ni negativo, a la contratación de detectives privados", informó Europa Press.

La Policía Nacional achaca a la tensión y a la situación por la que está atravesando la familia esta decisión de recurrir a detectives privados para reforzar la búsqueda de la pequeña.

Desde otro punto de la encrucijada, la Subdelegación del Gobierno admitía ayer que, en este tiempo (demasiado largo para la familia), no se han producido avances en despejar el donde está Mari Luz, afirmación que tiene un matiz importante: el hecho de no haber encontrado a la pequeña en el peor desenlace posible y de seguir trabajando con la hipótesis de que continúa con vida.

En paralelo a las labores de rastreo, que no han parado ni un sólo día desde la primera jornada (la desaparición fue el domingo 13 de enero), la investigación policial continúa, aún sin avances. No sólo se produjo la semana pasada la retención (durante algunas horas y en un punto de Andalucía fuera de Huelva) de un individuo como posible sospechoso por la desaparición de Mari Luz. Los investigadores están mirando con lupa a personas con antecedentes o condenados por delitos de carácter sexual, se están mirando los robos de vehículos y se está comprobando, prácticamente al cien por cien, las decenas de llamadas que llegan directamente a la Policía Nacional o derivadas desde otros Cuerpos o servicios, llamadas que han situado a Mari Luz en zonas tan dispares como La Palma del Condado, en una plaza de Sevilla e incluso en algún punto de Francia.

La comprobación de las llamadas y noticias relacionadas con el paradero de la pequeña están absorbiendo en los últimos días no sólo tiempo sino también efectivos policiales que trabajan en la investigación, para no dejar ninguna puerta abierta ya que, a fecha de hoy, continúan contemplándose todas las posibilidades.

Por octavo día consecutivo, continuaron las batidas por la ciudad y fuera de ésta. En el caso del dispositivo establecido por la Guardia Civil, miembros de la Sección de Intervención Rápida, apoyados por efectivos de otros departamentos y puestos, peinaron otra zona desde la carretera de la Ribera en dirección a Gibraleón y Trigueros, en un perímetro de unos 10 kilómetros.

El rastreo del Instituto Armado, desde su inicio la pasada semana, dibuja un círculo alrededor de la capital que comenzó por la zona de Aljaraque y Punta Umbría y continuará también hoy, y en los próximos días, en dirección a San Juan del Puerto y los bosques de Moguer hasta llegar al núcleo costero de Mazagón.