Huelva

Niebla narra su historia

  • Alumnos de la Universidad de Huelva participaron ayer en una visita guiada a la ciudad condall por toda la ciudad Tras recorrer todo el núcleo urbano, esta iniciativa, que se engloba dentro de las Jornadas Conmemorativas del V Centenario del 'Saco', finalizó en el Castillo de los Guzmanes. Hoy topan con la iglesia.

La enseñanza dispone de innumerables caminos para impartir conocimiento y alimentar la sed de los alumnos. En este aspecto los docentes siempre han tenido en los libros la mejor herramienta para trasmitir la sapiencia de eruditos que inmortalizaron en páginas sus hallazgos más brillantes. Hoy, internet rivaliza a pasos agigantados en esa carrera por convertirse en el vehículo del saber. No obstante, nada puede compararse a revivir in situ esos periodos históricos, palpar con tus propias manos las piedras sobre las que se erigió la historia o presenciar la arquitectura de la época desde todos los ángulos y con tu propia mirada.

Este es el objetivo troncal de las visitas guiadas que los alumnos universitarios han realizado del municipio condal y que se engloba dentro de las Jornadas Conmemorativas del V Centenario del 'Saco' de Niebla. Una efeméride que tiene su razón de ser cuando en 1508 "Enrique de Guzmán, señor de la villa y duque de Medina Sidonia tienen que huir a Portugal, tras lo cual el rey Fernando el Católico exige a los alcaldes de la tierra del duque que acudiesen a la corte y entregasen sus castillos". Un mandato que todos obedecieron a excepción Rodrigo Mexia, quien "prefirió mantener el juramento prestado al duque" y no abdicar. Sin embargo, ante la amenaza de asalto, Niebla capituló y los soldados robaron todas las riquezas del pueblo. Un acontecimiento histórico que pasaría a convertirse en punto de inflexión en el progreso social y económico del que gozaba la comarca.

Los directores del Curso, los doctores de la Universidad de Huelva, Francisco Gómez y Juan Luis Carriazo, ambos del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades, han sido quienes han ilustrado con sus conocimientos todo el legado cultural y arquitectónico de la antigua ilipla.

De este modo y siguiendo el curso de las murallas los alumnos han podido conocer los vestigios romanos hallados en la zona del embarcadero, penetrar en el origen de sus murallas y trasladarnos a distintos periódicos históricos en los que la fortaleza iliplense fue testigo privilegiado de la presencia de romanos, musulmanes y cristianos. Concretamente durante la visita Carrizo enfatizó en esa 'presencia' en forma de torres hexagonales del perímetro amurallado de la época romana, el cual era un tercio menor a las dimensiones de la actual 'coraza' musulmana.

El Castillo de los Guzmanes fue el lugar donde culminó visita. Allí los alumnos conocieron el alma de la fortaleza, el patio de armas, la Torre del Homenaje, las mazmorras o las diez torres que coronan la fortaleza, todo ello mientras los profesores rememoraban la fisonomía primigenia de la construcción en el año 1402, cuando Don Enrique de Guzmán, segundo duque de Medina sidonia, derribó el Alcázar para erigir sobre sus escombros un palacio real, si bien el autor del proyecto decidió, con buen tino, mantener la parte más fastuosa de los árabes y respetar esta impronta. Los profesores también hicieron hincapié en los recursos defensivos con los que contaba el complejo para hacer frente a los invasores que pretendieron conquistarlo.

María Gómez, alumna de la UHU, representaba el sentir de los alumnos que se congratulaba de recibir las clases en el corazón de los hechos históricos que se narran, "ya que en este modelo de enseñanza uno se empapa mejor de los conceptos teóricos y te permite trabajar sobre el campo en que derivará tu profesión".

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