Huelva

Más de 400 onubenses rechazan su VPO por no poder pagarla

  • En Marismas del Polvorín 300 candidatos se han echado atrás y en el Seminario y Parque Moret (aún en construcción) son más de cien las renuncias · El principal obstáculo es el pago de la entrada

De la fortuna y el entusiasmo a la desilusión y la impotencia. La crisis ha provocado que sean más de 400 los 'propietarios' que en la capital se han visto obligados a renunciar a una VPO por no poder hacer frente a los pagos o por no conseguir una entidad que esté dispuesta a financiar su compra. Si hasta hace unos meses el problema era el escaso volumen de promoción de viviendas protegidas (ni siquiera siete de cada cien eran de este régimen), ahora el problema reside en las dificultades para obtener lo que hasta hace dos años (e incluso uno) era lo menos complicado: conseguir un crédito hipotecario.

Los sorteos de VPO comenzaron de forma pionera en nuestra capital en febrero de 2003 y hasta ahora el volumen de solicitudes y el poder de atracción de cada uno de ellos iba creciendo de forma progresiva. Así ha venido ocurriendo hasta el año pasado, cuando comenzaron a dejarse sentir los efectos del endurecimiento de las condiciones crediticias de las entidades bancarias, lo que llevó a que comenzasen a llegar las primeras negativas a hacerse cargo de lo que antes se consideraba como una auténtica lotería. El caso más significativo se está dando en la promoción de viviendas protegidas de Marismas del Polvorín, para las que en su día la Empresa Municipal de la Vivienda recogió más de 1.400 solicitudes. El sorteo se realizó en dos fases, primero para 36 pisos en octubre de 2006, para que dos meses después entraran en el bombo los aspirantes a obtener la llave de otras 51 viviendas. La primera entrega llegaba en abril de este año y la segunda en julio. En total 63 viviendas, y en tan solo seis meses ya ha habido más de 300 renuncias, por lo que la lista de suplentes va corriendo (aún no se ha agotado) a la espera de encontrar un agraciado, pero esta vez con posibilidades de financiación. Según ha podido saber este periódico a fecha de hoy aún existen ocho inmuebles ( de los 63) que no se han vendido, a pesar de que le precio medio del metro cuadrado de la vivienda protegida en Huelva es 1.043 euros (según los datos del Ministerio de la Vivienda correspondientes al tercer trimestre de este año), frente a los 1.980 euros de la vivienda libre.

El principal problema que están encontrando los 'propietarios' es el pago de la entrada (por un valor equivalente al 20% del precio total) que exige todo promotor antes de formalizar la escritura. De ahí, que la mayor parte de las renuncias hayan llegado hace tan solo unos meses, cuando los bancos y cajas han dejado claro que el grifo de la financiación se ha cerrado para todos los que aspiran a la compra de una vivienda, aunque sea protegida.

El problema llega justo cuando se empieza a plantear desde la Junta de Andalucía el impulso de construcción de vivienda protegida, así como la recalificación de la libre para poder sacar al mercado la bolsa inmobiliaria que los promotores no han podido vender en un año a un precio más asequible. Una medida que más de un promotor consultado por este periódico se cuestiona al considerar que de nada sirve promover este tipo de vivienda cuando en el momento de formalizar las escrituras los bancos se niegan a conceder los créditos a los adjudicatarios.

Las viviendas del Marismas del Polvorín han sido las últimas de promoción pública entregadas en la capital y a ellas se les suman las renuncias que ya se han ido registrando en las otras dos promociones de VPO que se encuentran en construcción, en el Parque Moret y en El Seminario. La primera de ellas, con 136 viviendas y la segunda con 36, para las que se presentaron 513 solicitudes. El primer sorteo se realizó en diciembre del año pasado y el segundo un mes después, y hasta la fecha las renuncias se han ido acumulando un día tras otro, superando el centenar, lo que ha llevado a que desde el Ayuntamiento se plantee la necesidad de impulsar cambios en las condiciones de financiación, porque candidatos a VPO sigue habiendo (si se tienen en cuenta las últimas tres urbanizaciones, son ocho candidatos por vivienda), aunque está claro que la cifra está muy por debajo de los primeros sorteos celebrados en la capital, cuando para una promoción de cien viviendas se presentaban cerca de dos mil aspirantes o para una de 16 más de 420. Aunque eran tiempos en los que la financiación no se recortaba y el paro no se había cebado como lo ha hecho en los últimos diez meses.

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