El periodista serrano Javier Moya Rufino expondrá en Fuenteheridos La Sierra al detalle, una muestra con treinta fotografías de la comarca en la que los detalles y momentos concretos, que en muchos casos pasan desapercibidos, son los grandes protagonistas. Para ello se han escogido imágenes de diez pueblos diferentes, aunque la prioridad ha sido reflejar la Sierra al detalle y no tanto el pueblo en cuestión. De hecho, podría haber sido cualquier pueblo de los veintinueve serranos.

El interesante trabajo verá la luz mañana a partir de las ocho y media de la tarde en la Sala de la Torre del Museo de Fuenteheridos.

Fotografías de fiestas como el Corpus en Corteconcepción; la procesión de la Virgen de los Remedios en Cortelazor la Real; cielos al amanecer o al atardecer en Aracena; la alegría de una fiesta con farolillos en una plaza serrana; la gente expectante ante una inauguración importante; un rejoneador que fuma un cigarro tras una buena faena; un gato que se asoma por una puerta antigua en Linares de la Sierra; niños jugando en la calle como antaño se hacía con tanta naturalidad en la Sierra y ahora es tan difícil de ver; el momento justo de lanzar un cohete por las fiestas del toro en Santa Ana la Real, celebraciones y eventos, monumentos, edificios y naturaleza. Pero todo con una atenta mirada al detalle a través de estampas fruto del momento, algo alejada, en la mayoría de ocasiones, de la típica imagen periodística. Aunque el fotoperiodismo también utiliza y juega mucho con el detalle.

La exposición del periodista serrano Javier Moya Rufino, que ya expusiera el pasado verano en Puerto Moral una cronología de las fiestas y eventos de dicho pueblo, con el detalle y humanismo también muy presentes aunque entonces con más de doscientas imágenes, abre ahora su mirada a toda la Sierra y haciendo un especial de detalles, que se podrán contemplar en la Sala de la Torre, zona alta del Museo de Fuenteheridos, hasta el próximo domingo 28 de agosto.

Como curiosidad, Fuenteheridos es el pueblo que cuenta con más imágenes de las treinta fotografías seleccionadas y casi todas ellas son detalles observados desde la misma sala del Museo donde se encuentra la exposición. Sin ir más lejos la foto del cartel anunciador es uno de los ventanales de la sala en la que se refleja, por partida doble, la iglesia del Espíritu Santo.