La Casa de la Juventud de Aracena, a través del Ayuntamiento, impartió un taller basado en una de las tradiciones de la localidad serrana, en la que los más pequeños aprendieron a elaborar un rehilete. La mayoría de los participantes los realizaron por sí solos, llevándoselos posteriormente a casa. El objetivo no es otro que quemarlo en la noche del lunes 7 de diciembre, día previo a la Inmaculada.

Los rehiletes es una de las tradiciones más antiguas y bonitas de Aracena, además de otros pueblos de la comarca, aunque en algunos casos con nombres diferentes como abalorios. Un arraigo histórico, con trasfondo religioso, que las generaciones de Aracena han conseguido conservar. Sin duda, uno de los grandes atractivos para los visitantes en el próximo puente que se avecina. Los turistas miran atónitos las candelas de los diferentes barrios y rincones del municipio y cómo niños y mayores queman sus rehiletes realizados con una vareta de olivo y con hojas de castaños prensadas, formando al ser quemados un círculo de fuego.

En la Casa de la Juventud, con el objetivo de fomentar los rehiletes y que la tradición perdure, llevan varios años ofreciendo este taller, práctico y sencillo, en el que se enseña y ayuda a hacer los populares rehiletes. Como también es habitual se acercaron, contando en esta ocasión con buen tiempo, a un castañar privado que está junto al pueblo. La finca, en cuestión, se encuentra a escasos metros de la N - 433, que rodea Aracena, y sus propietarios dan permiso para que se desarrolle allí el taller.

Una vez más muchos niños en compañía de familiares y amigos colaboradores de la Casa de la Juventud fueron realizando las distintas fases de la elaboración de los rehiletes en una tarde agradable. La iniciativa se va consolidando cada año y el tiempo acompañó, haciendo que hubiera, quizás, más personas que nunca.

Desde la Casa de la Juventud llevaban suficientes varetas de olivo para que los jóvenes no tuvieran que preocuparse. Todos participaron, en algunos casos incluso lograron hacer varios rehiletes y los colaboradores se encargaron de darle el visto bueno, con el final que es siempre colocando una "cuchareta", es decir, una castaña plana y que no ha logrado sacar el fruto, para que así no se salga ninguna hoja. Padres, madres y niños lo pasaron en grande.

En Aracena, una de las ilusiones mayores de los niños es poder quemar al menos un rehilete la noche del 7 de diciembre. Y otra bonita tradición juvenil es que, muchas veces, son ellos quiénes se encargan y ayudan los días previos de arrimar todo tipo de madera para que la candela sea lo más grande posible y dure el mayor tiempo durante la citada noche.

En Aracena no hay un número fijo de candelas, pero son habituales las de Santo Domingo, Plaza Alta y Plaza de Toros, entre otras muchas. En los últimos años hay sobre la decena de candelas, que son siempre del barrio en particular y del pueblo en general, organizadas por sus vecinos y bajo la tutela del Ayuntamiento, que acondiciona la zona y siempre coloca arena en el lugar de la candela para que luego la calle permanezca en perfecto estado.

En los últimos años la candela más multitudinaria es la de Santo Domingo porque coincide con la celebración del Tostón Solidario del Consejo de Bienestar Social del Ayuntamiento aracenense desde las siete de la tarde aproximadamente. Muchos kilos de castaña que se asan a la vez en un tostador gigante y siempre a beneficio de una buena causa.

Y continúa, por segundo año consecutivo a través de la Concejalía de Cultura y Fiestas, un concurso de fotografías sobre los rehiletes, con lo cual toda persona puede participar tanto en la redes sociales de Twitter e Instagram publicando sus imágenes con las tres siguientes etiquetas (hahstags) a la vez #Rehiletes2015, #Aracena y #destinorural. Se puede mandar un máximo de tres fotografías al correo electrónico festejos@ayto_aracena.es. En cada modalidad el ganador obtendrá un jamón ibérico.