Huelva

El comercio reclama su espacio

  • Los empresarios piden una regulación municipal del CCA de Huelva

El desarrollo del Centro Comercial Abierto (CCA) de Huelva se ha quedado estancado. Sólo una pequeña parte de los comerciantes, por debajo del 20%, permanece asociada, mientras la apertura de nuevas tiendas de grandes cadenas textiles, de marcas internacionales franquiciadas o incluso bazares chinos reducen un poco más la presencia del comercio tradicional onubense, que casi (o sin el casi) se han quedado solos en sus intentos de dinamizar la actividad en el centro de la ciudad o en el barrio de Isla Chica. De ahí que ahora pidan que se reactive el CCA de la mano del Ayuntamiento, con una regulación que abone el terreno para la mayor implicación de todos y todo tipo de establecimientos.

La base se encuentra recogida en el Manifiesto para el fomento y desarrollo del Centro Comercial Abierto de Huelva, firmado en primera instancia en junio de 2013, y paralizado posteriormente, a la espera de que, entre otros, sea suscrito por el Ayuntamiento de Huelva para que contribuya de forma decidida a su cumplimiento.

En el fondo, el deseo de los comerciantes onubenses es que el asociacionismo se fomente de la mano del propio Gobierno municipal, no con subvenciones sino con la mediación ante las grandes multinacionales, "para que se exija una mayor implicación porque no está regulado el modo en que se implantan los comercios y otros tipos de establecimientos en las calles de la ciudad".

Las palabras del empresario óptico Cristóbal Guerrero introducen el interés sectorial de "tratar de regular determinadas situaciones, complejas en un principio". La realidad, explica, es que el Centro Comercial Abierto se desarrolla en las calles de la ciudad, y en su desarrollo potencial, para dar un mayor dinamismo, durante las fiestas navideñas, por ejemplo, el Ayuntamiento debe promover una regulación que determine la participación mayoritaria y en bloque de todos los comerciantes.

"Debe ser -según matiza Cristóbal Guerrero- una invitación a la participación", que se canalice a través de "una recaudación no impositiva sino solidaria, participativa". "Ya el Ayuntamiento determinará el aspecto recaudatorio", añade, recordando que los comercios de las calles céntricas de la ciudad soportan los impuestos más altos y que en el modelo de los centros comerciales abiertos, tiene que haber una implicación público-privada en la gestión.

La "participación económica-solidaria", insisten, debe fomentarse desde una regulación municipal que contempla el propio Ministerio de Economía a través de su proyecto para la financiación de los centros comerciales abiertos. En esto se prevé expresamente la aprobación de ordenanzas que permitan bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles y que contribuyan al sostenimiento de los centros, como una responsabilidad compartida entre comerciantes y ayuntamientos.

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