Como dice la canción, la noche de San Juan es una de las más mágicas del año. En el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche hay una mezcla de tradición, simbolismo y festividad donde predomina la parte lúdica y religiosa. Varios pueblos son protagonistas la noche del 23 al 24 de junio -onomástica de San Juan Bautista-, con diferentes tradiciones, mientras que en otros se amplía el número de jornadas festivas al coincidir con sus fiestas, aunque en la gran mayoría se mantiene el simbolismo de lavarse la cara la mañana del 24 con agua con flores de San Juan, depositadas en algún recipiente, palangana normalmente, la noche antes.

La tradición de recoger los días previos al 24 de junio las flores de San Juan en los campos de la Sierra, principalmente donde existe mucha hierba, se ha mantenido con el paso del tiempo entre generaciones, aunque quizás venida a menos por ser algo centrado en las personas mayores. Cuentan que en la Edad Media tenía un carácter exotérico y mágico que ahora parecen poco entendible.

La flor de San Juan es una hierba fina, espigada, de color verde, que tiene en la copa muchas flores amarillas que florece por estas fechas, aunque este año debido a las altas temperaturas en abril y mayo se ha adelantado y en algunos lugares, terrenos más calientes, casi ni existen ya como tal. Incluso hay una especie de manzano en la comarca, no exclusivo de la zona, cuya fruta se produce por estas fechas, antes de la temporada habitual, y se conoce como manzana o "pero sanjuanero" siendo de pequeño tamaño y de color rojo claro.

Junto a la tradición se une el simbolismo en algunos pueblos por su forma de vivirla, desde época ancestral, pero en muchos casos sin estar claro sus orígenes históricos. Una de las tradiciones más bonitas de la Sierra en torno a San Juan se vive en Santa Ana la Real con las candelas que saltan tanto jóvenes como mayores, existiendo candelas de diferentes alturas en la amplia plaza junto a la iglesia y el Consistorio. Además se producen cánticos al son de Flor de Romero desde la plaza (porche), junto a iglesia y Ayuntamiento, en forma de cadena con la mano levantada y que avanza con velocidad hasta la Fuente. La candela es prendida con la planta de manzanilla y en la previa del 28, día de San Pedro, es curioso que se repite todo el ritual, pero entonces la candela es prendida con romero en lugar de manzanilla por San Juan.

Y otra tradición singular en Santa Ana en torno a San Juan, junto a otras el resto del año, es que se acude a las casas de las personas que se llaman Juan o Juana para cantarles el cumpleaños y, a su vez, pedirle bebida para disfrutar de la noche más corta del año.

Más allá de las candelas en la Sierra, pueblos como Los Marines y Cumbres Mayores viven San Juan con el rito de la madera y los pinos sanjuaneros. En el primero se coloca un gran pino en la Plaza de Carlos III, la más céntrica junto a iglesia y el Ayuntamiento, que los hombres recogen en la víspera de San Juan y que luego es exornado para la ocasión con flores típicas en estas fechas primaverales y preveraniegas.

Y al margen de la tradición y simbolismo hay pueblos que viven estos días una vertiente más lúdica y religiosa, destacando por sus fiestas patronales El Repilado, Linares de la Sierra y Corteconcepción. En los dos primeros son sus fiestas grandes con un amplio programa lúdico, de actividades, bailes y sus orquestas, y parte religiosa con cultos en torno a la imagen del Patrón, que también sale en procesión, siendo en el caso de El Repilado llevado también al Repilado viejo. Y tanto en Linares como en El Repilado la procesión siempre es el mismo día 24, fiesta de San Juan Bautista.

En Corteconcepción las fiestas de San Juan se centran más en el fin de semana con el domingo como día grande con la procesión del santo, llevado en andas, y que encabeza un cortejo donde también va la Patrona, la Virgen de la Concepción, y al final el palio con el Santísimo Sacramento junto a la banda de música de algún pueblo cercano.

Es curioso que en Corteconcepción San Juan es el Patrón, zona de Puerto Gil, y la Patrona la Concepción, zona de La Corte, antes de la unión histórica de ambos barrios que se celebran en las populares Fiestas del Camino.