Huelva

Los legajos del Obispado de Huelva

  • Más de cuarenta personas participan en la visita al Archivo Diocesano que organiza Puerta del Atlántico

Un conjunto de 186 pergaminos del Monasterio de Santa Clara de Moguer, del periodo comprendido entre 1280 y 1483, constituye una de las joyas de los fondos del Archivo Histórico Diocesano, que se encuentra en el Obispado de Huelva. Se trata de unos documentos que recogen actividades administrativas vinculadas con el patrimonio de la comunidad religiosa. Más de cuarenta personas participaron ayer en la visita guiada, organizada por el centro Puerta del Atlántico, dependiente de la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Huelva, en la que se pudieron ver y tocar algunos de estos pergaminos.

La visita, promovida por el informador turístico José María Maldonado, estuvo conducida por la archivera Macarena Tejero. El grupo fue recibido por el secretario canciller, Manuel Jesús Carrasco, que les hizo una breve introducción histórica. Recordó que la Diócesis de Huelva se creó el 22 de octubre de 1953 y fue el primer obispo, Pedro Cantero Cuadrado, quien eligió el lugar donde se construyó la sede de la curia, proyecto que se encargó a Luis García de la Rasilla, que designó como arquitecto colaborador a Alejandro Herrera. El edificio, de dos plantas, se concluyó en julio de 1956.

En la planta baja se encuentra el Archivo Diocesano. Tejero explicó que los documentos se conservan "según instrumento de inscripción y siguiendo el principio de procedencia de la documentación". La archivera destacó la riqueza de los fondos y su variedad, ya que cuenta con escritos de todos los municipios. Explicó que en el depósito de documentos hay cuatro secciones: capellanía, que recoge los relacionados con donaciones; justicia, sobre el trabajo diario de la diócesis; matrimonio apostólico y gobierno, con los documentos más recientes.

Tejero realizó una selección de los fondos con objeto de acercárselos al visitante. Ésta incluía documentación de fábrica, concretamente El expediente de obras para la ejecución de la iglesia parroquial del Castaño del Robledo (1783-1800); de capellanía, El legado de Juan Gómez Márquez (1710), que recoge desde la primera donación que realizó a su tierra desde Antequera u Oaxaca y documentación de matrimonios apostólicos, un documento de 1591, con el expediente presentado para solicitar la dispensa, con el árbol genealógico de la pareja para demostrar su parentesco y partidas bautismales.

Aparte de un documento de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de Ayamonte, de 1719, y un plano del proyecto de una capilla bautismal en la Iglesia de San Pedro, de 1927, que no llegó a realizarse. "A partir de una imagen se construye una historia". La archivera mostró también fondos parroquiales como el primer libro de bautismo de Cumbres Mayores, que abarca el periodo comprendido entre 1569 a 1598, y un libro de crónicas de Lepe, de Fray Juan de Soto.

Al finalizar la visita, el grupo fue recibido por el obispo de Huelva, José Vilaplana, que le enseñó facsímiles de una copia medieval de los comentarios del Apocalipsis del beato de Liébana, que se conserva en la Pierpont Morgan Library de Nueva York, y de un breviario, del siglo XV, de la Biblioteca Nacional de París.

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