David de miranda. novillero con picadores

"No estoy de acuerdo con quienes dicen de mí que soy un torero frío "

  • El onubense ha terminado tercero de un escalafón en el que debutó en marzo de 2014 Una temporada importante en la que demostró poder con el cuajo y la seriedad del utrero

Convenció en Sevilla en una tarde difícil para convencer. Venció a las dificultades y al senequismo del publico francés que le vio salir herido y victorioso. La serenidad de un día de otoño frente al mar de Mazagón le ha puesto marco a esta entrevista con David. Un espacio donde justificar actuaciones, orejas, rabos y salidas a hombros. Números que comentan la parte técnica de una temporada que desde luego tiene otros aspectos mucho más íntimos y cercanos.

-Sensaciones humanas en torno a una temporada. Impresiones de un chaval que sale de trigueros, que causa sensación… Después de pensar en todo eso cuando termina esa temporada, ¿qué le queda?

-Una temporada muy ilusionante para mí, como novillero con picadores en mi primer año y con un número de festejos que no es fácil. ¿Sensaciones?, pues la verdad que muy buenas en la mayoría de las plazas. No es fácil torear tan seguido en la primera temporada, hay que ir asimilando el volumen de un novillo que sale con mucho cuajo, un público que exige mucho… todo eso son cosas que hay que asimilar rápido y desde luego la lógica falta de oficio no te lo hace fácil, por eso te digo que estoy satisfecho en cuanto a mis sensaciones respecto a mi primera temporada en los ruedos.

-Ha hablado de dos conceptos: presión y volumen. No parece sino que los novilleros con caballos están soportando la importancia del toro en la plaza y la presión de los públicos cuando justamente son dos circunstancias muy alejadas de la responsabilidad que deberían de tener los llamados toreros figuras.

-Es verdad que ya a cualquier novillero que empieza se le exige muchas más cosas que en otro tiempo. Se queda un poco atrás, el que estamos comenzando, y no te hablo sólo de novilleros con caballos, sino que desde el inicio de la carrera de cualquier chaval sin picadores ya comienza a notar eso que hablamos. Esa es una realidad y desde luego no hay excusas porque el toreo hoy en día tiene un nivel, eso debe ser así, ha crecido mucho y hay que reconocer que termina siendo algo para elegidos y el que no pueda avanzar terminará quedándose en el camino.

-Preguntaba antes por esas sensaciones personales de un joven, que se ha vestido de torero muchas tardes, que ha vivido cosas nuevas, que sabe que tiene mucha gente que le sigue, que aguanta presiones… Esas sensaciones de cuando uno se queda solo sin nadie alrededor, sin cuadrilla, sin apoderado… solo.

-Yo ahora mismo no me cambiaría por nadie. Estoy feliz por lo que soy, por cómo soy y por lo que estoy haciendo. Hago lo que siento, lo que me gusta, es mi sueño desde pequeñito. Pensar sí que piensas mucho sobre lo que ha sido la temporada. Lo que hice en esa plaza, lo que no hice en la otra y debía de haber hecho. Repaso continuamente los vídeos de todas las actuaciones porque te da una perspectiva lejana pero realista de tu comportamiento, de tu madurez y de tus fallos. Las sensaciones son las de querer más. Todo eso es muy ilusionante y te lleva a pensar en la superación, en no volver a repetir los fallos. Es una continua intriga por crecer como profesional.

-De todo lo que le han dicho, lo que ha escuchado, de lo que se ha escrito de usted, ¿qué es aquéllo con lo que está menos de acuerdo?

-(Lo piensa unos instantes pero al final la respuesta suena como a la liberación de un pensamiento íntimo.)¡Qué soy frio!

-Y no lo es...

-Pienso que no. Reconozco que en algunos aspectos me falta darle más importancia a lo que hago, transmitir eso al público, pero si estoy haciendo lo que siento, como yo lo siento y me gusta expresarme, en absoluto estoy de acuerdo con esa etiqueta. Pasé por muchas plazas y en bastantes de ellas mi toreo ha llegado. Son cosas que desde luego me hacen pensar pero no me agobian porque tengo muy claro ese camino al que quiero llegar y como quiero llegar. Entiendo que hay que mejorar, admito que estoy aprendiendo a torear y que necesito tiempo, pero no creo que lo que hago en la plaza sea de un torero que no vive sensaciones ante un toro.

-Una temporada vertiginosa en muchos aspectos.

-Eso es cierto. No hay margen para rodarte, aprender, todo te lleva muy deprisa. Tienes la sensación de que si no interesas como novillero no vas a llegar nunca a ningún lado. Estamos continuamente asimilando experiencias en el campo, en la plaza, sabiendo encajar la exigencia de un espectador que no da margen a los fallos. Es todo muy intenso y difícil…pero también muy apasionante..

-Quizás porque nos hemos encontrado de pronto con una sensación de desencanto en las plazas, el público ha focalizado mucho sobre ustedes, que traen sensaciones nuevas, se han vuelto a plantear más novilladas en las ferias, hay una generación de novilleros muy interesante. Son factores que determinan muchas cosas, quizás buscando esa renovación de un escalafón ya bastante visto.

-Sí, pero hay una cosa muy clara y es que las figuras del toreo marcan hoy una perfección, tienen un nivel altísimo, hacen con los toros cosas impensadas hace tiempo y soportan la presión. Si nosotros queremos ser figuras, tendremos que hacer eso y yo diría que incluso mejorarlo. Para ser figuras tendremos que competir con las figuras.

-Marzo del 2014, Huelva, sus paisanos en el tendido, la plaza donde empieza todo y un debut con caballos, imagino que casi soñado, máxime cuando se monta una novillada fuera de temporada, después de no se sabe ni cuánto tiempo hacía de eso.

-Pues sí. Hace casi un año todos estábamos dándole vueltas a ver como se haría, no teníamos apenas ideas en cómo hacerlo y surge entonces la empresa de Huelva haciendo un esfuerzo que me consta, porque no había novilladas, y que es de mucho agradecer. Particularmente porque me hizo mucha ilusión el que se hiciera todo por y para mí, con un cartelazo, una novillada preciosa, un día muy bonito. La verdad es que disfruté mucho.

-Y pensando en todo eso llegan Colombinas, otro cartel de lujo, la novillada dentro del abono, ambiente, y …, llega el toro y lo descompone.

-(Se sonríe el novillero). Fíjate como son las cosas. Eso es así. Por parte de la empresa se vuelve a hacer todo perfecto, vemos la novillada en el campo, dos compañeros con cosas importantes para una tarde reñida, una novillada preciosa que parecía que iba a embestir hasta con el rabo y al final todo sale al revés. Bueno, esas cosas también te hacen crecer aunque me hubiesen gustado de otra forma.

-Han pasado muchas cosas en poco tiempo. Muchos seguidores, triunfos, plazas importantes. No puede usted quejarse.

-Siempre he estado agradecido por todo eso a mi pueblo, al público que me ha seguido, a los ganaderos que me han dado siempre un sitio especial, a la peña La Divisa que estuvo siempre desde mis comienzos, a mi tertulia nueva con todo eso que me aportan, a Trigueros en sí. Agradecido enormemente a todos los ganaderos de mi tierra. Apoyo extraordinario de Fernando Cuadri, de Pereda, de Marcelino Acosta de Manuel Ángel Millares, de mi tío José. Joder, la verdad es que es un tesoro tener todo esto cuando empiezas.

-Situación, cuanto menos anómala, la de la Fiesta. ¿Cómo lo ven los que están más cerca que nadie de ella?

-Puedo decirte que lo veo todo muy bonito porque estoy viviendo unos momentos muy bonitos de la profesión, pero si miramos al frente, al futuro, creo que la gente que tiene fuerza en esto deben de sentarse, hablar y encontrar soluciones verdaderas para mover gentes a las plazas. Creo que falta eso, interés del público por sentarse en un tendido. Es difícil, pero hay que encontrar esa puerta que deje entrar aire limpio para la Fiesta.

-David, una temporada dura. Me refiero en cuanto a plazas de responsabilidad, Sevilla, Zaragoza, El Puerto, Huelva, Arles, Bayona, plazas muy difíciles para la primera temporada de un novillero. Hábleme de esas sensaciones que ha tenido.

-Muy buenas. No es fácil pisar esas plazas que has nombrado, en la primera temporada, superar esa presión que te dan las plazas importantes y yo me he sentido a gusto. Por otro lado, no hay excusas porque sé que tenía que haber redondeado con la espada cosas importantes que se han hecho con la muleta. Sé que tengo que ser más crítico con lo que ha faltado que con los triunfos porque ahora llega una nueva temporada y los fallos no deben de volver a ocurrir.

-¿El recuerdo más bonito de la temporada?

-Diría varios sitios. El debut, Valverde del Camino fue una de las tardes más bonitas de la temporada, Arganda también fue una de las tardes que me marcaron, Tarascón en Francia también me deja buen recuerdo, sin duda la tarde de Sevilla, porque fue la tarde más importante de la temporada. Me quedaría con esas.

-Por el contrario, si se pudiese borrar algo, ¿qué sería?

-Borrar, creo que no borraría nada porque todo tiene un por qué y los errores también sirven para crecer. Si todo sale perfecto, ¿Cómo crecemos? Todo puntúa y es necesario para seguir adelante en cualquier aspecto de la vida.

-¿Cómo le gustaría abrochar esta entrevista?

-Con el máximo agradecimiento a todos los que han hecho el camino conmigo hasta ahora. Mi apoderado Jorge Buendía que ha cuajado una temporada que pocos compañeros han tenido, con gente como Manolo Contreras, Alejandro Urbano, que me han hecho crecer como torero, a la afición que no ha mirado sino cosas buenas en mí, que se ha portado genial, al ayuntamiento de mi pueblo que me cedió un sitio muy especial para poder entrenar de salón, y por supuesto a mi familia que desde el principio han estado conmigo en todo esto. Todo eso es lo que me llevo para una nueva temporada donde tengo puestas muchas esperanzas.

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