Huelva

Los onubenses prefieren la playa

  • Los movimientos de población de la última década revelan una pérdida en el interior en favor de los municipios de la Costa La tendencia de crecimiento se ha roto en los dos últimos años

El actual mapa demográfico de la provincia de Huelva presenta una alta concentración de población en los municipios de la costa y el área metropolitana que contrasta enormemente con los municipios del interior, correspondientes a las comarcas de la Sierra y del Andévalo. Es el resultado de los movimientos poblacionales de los últimos años, que se encuentran directamente vinculados a la actividad económica generada por la agricultura frutícola, nuevo motor económico onubense, como anteriormente fue la minería y la industria, generadores de los dos grandes movimientos demográficos previos en la provincia. El despegue del turismo como actividad productiva alternativa al sector primario es también, en menor medida, una explicación adicional a la realidad actual, que manifiesta la preferencia por las playas sobre la sierra.

Estas conclusiones se extraen del primero de los informes que publicará periódicamente el Consejo Económico y Social de la provincia de Huelva (CESpH) y que ha sido elaborado por el profesor de la Universidad de Huelva Félix García Ordaz con el título Evolución demográfica reciente de la provincia de Huelva.

El trabajo toma como base la información suministrada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), realizando un análisis del comportamiento demográfico de Huelva desde comienzos del siglo XX, con especial atención a los últimos años, correspondientes ya al siglo XXI.

El profesor García Ordaz constata que en poco más de un siglo la población se ha duplicado, de los más de 258.000 habitantes en 1900 hasta los casi 520.000 de la actualidad, a pesar de lo que, en términos relativos, Huelva ha perdido peso en el total nacional, aunque atenuado en los últimos años.

La evolución demográfica, remarca el estudio, se ha visto influenciada en gran medida por tres fenómenos. Primero, a raiz del impulso de la actividad minera en el último cuarto del siglo XIX, se produjo un notable incremento de la población a través de la corriente migratoria generada tanto desde el interior como desde fuera de la provincia onubense.

El declive que se vivió tras el cambio de siglo fue compensada más tarde, a partir de la década de los años sesenta, con las industrias, que centraron el foco poblacional en la capital y en su área metropolitana, para constituir el segundo gran fenómeno demográfico experimentado en Huelva.

Un nuevo escenario, sin embargo, se generó más tarde, coincidiendo también con el cambio de siglo y el freno al desarrollo de las industrias. La aparición del sector primario como alternativa económica, con especial protagonismo de la agricultura extensiva en los municipios de la costa y el área metropolitana, supusieron el tercer gran fenómeno demográfico, favoreciendo el despegue poblacional en esta zona, concentradora también de la gran apuesta por el turismo en Huelva que ha generado un importante foco económico a través del sector servicios y el boom inmobiliario de la pasada década.

La crisis económica en los últimos años ha acentuado este comportamiento, ya que los movimientos de población han subrayado la concentración en los municipios costeros, que en la actualidad mantienen el pulso económico de la provincia a través de la agricultura y el turismo a pesar de los embates coyunturales.

Desde 1998, apunta el informe de Félix García Ordaz, el crecimiento poblacional ha sido sostenido en la provincia hasta el año 2008, cuando las tasas interanuales han comenzado a decrecer, hasta el punto de que en 2003 fue incluso negativa, con la pérdida de 2.194 residentes, en términos absolutos, del 0,42% en términos relativos. Con los datos del padrón definitivos a 1 de enero de 2014 publicados por el INE hace unos días, pero no recogidos en el estudio, este comportamiento se constata también en 2014, con la pérdida de 1.439 habitantes en el conjunto de la provincia, con una tasa igualmente decreciente, del 0,28%, aunque no tan acentuada como en el año anterior.

En el periodo considerado desde 2008, y dejando al margen lo ocurrido en 2013 y 2014, el estudio señala que el incremento de población experimentado ha venido dado en mayor medida por la incorporación de población extranjera en detrimento de la nacional. Así se detalla que en 2009, la población residente se incrementó respecto al año anterior en 5.488 personas, "repartidas a partes iguales entre españoles y extranjeros", mientras que "durante los tres años siguientes, la contribución de la población extranjera en este sentido ha sido mayoritaria".

El incremento de 4.678 residentes registrado en 2010, apunta, fue aportado en un 62% por foráneos, y en un año el peso de los extranjeros en el incremento poblacional se elevó hasta el 80%. Más evidente, indica, fue en 2011, con un descenso de residentes nacionales de 494 personas, frente al incremento de 1.388 extranjeros, que posibilitó el aumento general de la población en la provincia hasta las 894 personas.

Frente a esta amortiguación de la caída nacional gracias a la inmigración, el cambio de tendencia experimentado en 2013, con un descenso general, se debe también a la caída de los residentes de procedencia extranjera, que han contribuido de manera importante. De hecho, la variación interanual revela una pérdida mayor en términos relativos de población extranjera, del 2,38% frente al 0,42%. Como indica García Ordaz en el informe, y aún sin contabilizar el retroceso confirmado en los datos de 2014, "Huelva parece haber comenzado un proceso de pérdida de población extranjera, iniciado a partir de 2011".

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