Ponce busca apoyos entre sus colaboradores más directos

Avanza el guión de la trama que se vive en la casa de los empresarios. El presidente de la FOE, Antonio Ponce, espera recoger hoy el apoyo de sus colaboradores más directos en el transcurso de la reunión del comité ejecutivo (órgano de gobierno formado por casi una veintena de empresarios designados directamente por él) que no se reúne desde septiembre. En el orden del día, entre otras cuestiones, la ratificación del cese Fernando Pérez Lozano como secretario general, para el que hace diez días pedía su destitución.

La pérdida de confianza del máximo dirigente de la patronal de Huelva en su número dos es la gota que ha colmado el vaso y ha dejado entrever la crisis que divide a los empresarios de la provincia desde hace meses y que ahora se ha agudizado. Ponce lo sabe mejor que nadie y, según varias fuentes empresariales consultadas por este periódico, ha preparado el terreno durante los últimos días para que las escenas sean las que él ha previsto en ese libreto del que aún nadie se atreve a escribir el final. No han sido pocos los empresarios que han recibido su llamada para que hoy acudan con un "sí" en la mano. O para que, en el caso de que no asistan a la reunión, deleguen su decisión (de apoyo) a los planteamientos del que es presidente desde hace 24 años. Presumiblemente habrá alguna voz que hoy se levante para pedir que el voto sea secreto y para que el máximo representante de la patronal dé una explicación sobre la salida de Pérez Lozano, al que ya oficiosamente le sustituye María Teresa García, que hace una semana inició una ronda de visitas institucionales "para dar a conocer a los responsables de estos organismos la nueva responsabilidad que a partir de ahora ejercerá en esta organización empresarial", como se explicó desde la misma patronal.

Aún no hay convocatoria oficial para elecciones (en enero Ponce cumplirá su cuarto año de mandato), pero él ya ha dejado claro que quiere optar a la reelección y, según las declaraciones realizadas a Onda Cero ayer, lo hace por "responsabilidad con la casa. Porque no voy a dejarla tal como está en manos de nadie". Ponce reconoce que "en los últimos ocho meses ha habido muchos problemas internos" y entiende que es tarea suya "dejarla en buenas condiciones". Pero también lanza una advertencia que pocas lecturas admite: "Todo el que venga a esta casa a hacer negocio va de cráneo".

Ayer dijo a las mismas fuentes que que ésta es la última vez que se va a presentar a la reelección y que "posiblemente no termine" el mandato. El tiempo lo dirá. De momento, uno de sus adjuntos a la presidencia, el empresario Antonio Fonseca, se adelantó al anunciar públicamente su intención de ser candidato; poco después hizo lo propio un referente en el mundo empresarial como José Luis García-Palacios, presidente de Asaja en Huelva e hijo del presidente de Caja Rural del Sur, que condicionó su candidatura a que Ponce no optase una vez más a la reelección.