Huelva

Eva García Carrión propone un viaje al pasado de Escocia

Leonor es el ángel desterrado de su país, España, en la novela ambientada en los prolegómenos de la Guerra de los Cien Años, en la que franceses e ingleses se disputaron el trono galo durante 116 calendarios. Eva es la autora del relato de esta historia.

Ambas guardan la particularidad de afrontar una nueva aventura: una, abandonada a su suerte en el extranjero; la otra, acompañada por su familia, amigos y profesionales en un mundo también desconocido para ella. Quizás sea mera casualidad encontrar coincidencias entre la protagonista de la obra y su creadora, o quizás no, pues la escritora afirma que "en todos los personajes hay algo de mí".

Eva García Carrión nació en la capital onubense y formó sus sueños inventando relatos entre los recreos de las Teresianas. En su madurez adolescente optó por estudiar Bellas Artes en Sevilla, aunque siempre tuvo la mirada puesta de reojo en Filología Hispánica. Tras poner a prueba su ingenio en la carrera de Publicidad y Creatividad en Madrid, con 26 años estudió las oposiciones para Magisterio, pues estar cerca de los niños es otra de sus pasiones. Ahora es profesora y compagina su labor con el cuidado de sus hijos. La escritora afirma con orgullo que trata de "inculcar a los chavales la pasión por el dibujo". "Les digo que colorear les sirve para relajarse y aprender a tener un orden mental de las cosas", comenta.

La escritura es el hobby que lucha por arrebatar esos preciados espacios de tiempo que apenas sobran en la rutina de la autora onubense, consiguiendo sacrificar en su batalla muchas horas de sueño. No en vano, Eva siempre tuvo "esa necesidad de transmitir a través de la pintura o escritura" lo que piensa, y considera que este era el momento adecuado para contar las aventuras de Leonor.

Es el relato apropiado, puesto que confiesa ser desde siempre "una gran amante de la historia escocesa" y es la coyuntura oportuna por celebrarse en 2014 el 700 aniversario de la Guerra de Bannockburn, en la que se decidiría la independencia del país británico. A pesar de que por el momento El destierro del ángel sólo puede ser leído en España, Eva espera que, con suerte, la participación en el Concurso Literario de Autores Indie en español de Amazon (plataforma en la que ha publicado su obra) le valga para conseguir el segundo premio, al que prefiere por delante del primero. El certamen concluirá el próximo domingo y la obra más laureada por los lectores en la página web tendrá mayores posibilidades de colocarse en el primer peldaño de galardones con una edición en papel de la novela, mientras que el relato que ocupe la segunda plaza conseguirá una traducción al inglés, lo que supondría un aliciente definitivo para poder vender el libro en Gran Bretaña, con la ilusión puesta en la tierra gaitera.

La ambición de Eva no descansa después de escribir 358.000 palabras y de dibujar la portada. La historia de Leonor lejos de sus orígenes dará, al menos, para una saga de cuatro libros: el segundo ya se encuentra en fase de documentación.

Este período iniciado por Eva para redactar la segunda novela de la saga, Entreguerras, comenzó a principios de mes, cuando realizó su primer viaje al epicentro de su relato en busca de información provechosa. Durante cinco días jugó a ser una Leonor de carne y hueso en un tiempo avanzado, aunque también convulso, en el país anglosajón. Para la autora, visitar los escenarios de la novela supuso una experiencia "muy emocionante, el subidón más grande que he tenido en mi vida, más incluso que publicar el libro", y asegura sentirse gratificada al "ver los sitios que yo había ideado, oler las flores que los decoran, escuchar la gaita, o sentir cosas que había imaginado y ver que no me había equivocado mucho".

La autora novel también se siente lectora de su propia obra, y asegura que "me he leído tres veces mi propio libro, y en todas ellas he ido cogiendo algún que otro fallo". Su espíritu crítico lo adopta como virtud perfeccionista en su labor profesional.

Natural de Huelva, desarrolló gran parte de su vida fuera de su tierra. Sevilla, Madrid, Valencia o incluso Finlandia fueron testigos de su crecimiento y ella misma garantiza que "las personas necesitamos salir de nuestra casa para ver que hay algo más".

Como cualquier creador literario, el abanico de referentes es tan amplio como abarcan las estanterías de las librerías. En este sentido, Eva piensa que "la gente que solo tiene un escritor estrella se pierde otras muchas cosas. Hay que leer de todo porque aprendes muchísimo" señala, al tiempo que revela que "hasta la peor novela del mundo te transmite algo, aunque sea un sentimiento de repulsión".

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