Aracena, memoria de un siglo. La historia de un pueblo nunca debe ser borrada, aún siendo negativa. Es importante conocerla para aprender de los errores y copiar lo bueno de nuestros antepasados. Y si además sirve para disfrutar, sentir añoranza de otros tiempos y expresar sentimientos resulta un museo del siglo XX. La inauguración de la exposición contó con mucho público y los asistentes expresaron su intención de volver a visitarla para disfrutarla con más tranquilidad.

Se trata de una de las tres citas expositivas con motivo del Centenario de la Gruta de las Maravillas y se exhibe en el pabellón ferial Ciudad de Aracena, siendo la primera vez que este enorme edificio acoge una iniciativa de este tipo. La muestra se puede ver hasta el 25 de agosto, último día de feria, en horario de nueve a once de la noche. Igualmente, es la primera vez que tiene lugar una cita así en el recinto durante la misma feria, ya que exposiciones hay todos los años, al igual que éste, pero en la ermita de San Pedro y en la sala de exposiciones (colectiva de artistas con motivo también de las efemérides de la cueva).

Seguramente estemos hablando de la mejor exposición de la historia reciente en Aracena y la Sierra y, a buen seguro, una cita para hacer historia dentro de la provincia de Huelva. En un mismo recinto capaz de recoger la sociedad, economía, cultura, educación y patrimonio de una ciudadanía marcada por los momentos de entonces.

La aparición de la Gruta de las Maravillas marcó un antes y un después en la historia de Aracena, pero su ciudad más allá de conflictos y grandes acontecimientos ha tenido, mediante sus habitantes, gestas y vivencias que la han hecho grande.

La exposición está dividida en cuatro grandes partes: la primera desde la apertura de la gruta en 1914 hasta los años treinta con la Guerra Civil presente; una segunda hasta los cincuenta, otra de los sesenta y setenta, y finalmente desde los ochenta hasta la actualidad. Y en cada una de estas partes aparecen elementos sociales, económicos, educativos y patrimoniales además de una breve explicación prosaica para entender lo allí expuesto. Todos los elementos que aparecen han sido prestados por vecinos de Aracena en su gran mayoría y otras instituciones y colectivos. Además aparecen objetos, documentos y enseres pertenecientes al Ayuntamiento (Archivo Municipal).

Se trata de una amplia muestra con aspectos muy variados. Se pueden ver fotografías y documentos antiguos, también imágenes más recientes, coches, bicicletas, motos, trajes de la época, juguetes, una escuela republicana y otra franquista que aparecen juntas para su clara diferenciación, un dormitorio y comedor de mitad de siglo, la recreación de la desaparecida fiesta del pirulito en la calle Monasterio de la Rábida, usos cotidianos como una carpintería, elementos ecuestres, una oficina de los ochenta, la cabalgata de Reyes o el reproductor del antiguo cine, entre otras muchas delicias.

Incluso como gran novedad y sorpresa durante la exposición en muchas de las escenas hay miembros del aula municipal de teatro que recrean de forma viva y simpática la época tanto en sus afirmaciones como claramente en la vestimenta.

Un trabajo arduo que han acometido especialmente tres serranos como Agustín Romero de la Osa, Miguel Sánchez y Francisco del Valle, bajo la organización del Ayuntamiento.

Quizás la exposición pueda ser un buen motivo para que Aracena recupere de nuevo el Museo de Artes y Costumbres con un material propio, incluso que pueda ser donado por los vecinos, y expuesto de forma permanente.