Sesión ligera con aire vacacional
Sin mediar debate, el Pleno del Ayuntamiento de Huelva dio ayer luz verde al documento que ordena la integración de la nueva (futura) estación con el casco urbano y el (también futuro) Ensanche Sur, un proyecto que ya presentó el teniente de alcalde de Desarrollo Urbano, Francisco Moro, el pasado viernes; medida que constituye, Moro no lo ocultaba, un acto de preparación para cuando la ciudad consiga deshacerse del muro que bordea la Avenida de Italia y Miss Whitney y que supone una frontera artificial que ha coartado el desarrollo de la capital por su lado sur.
La moción del equipo de Gobierno contó con la abstención del grupo socialista y con una crítica previa de Izquierda Unida, cuyo portavoz, Pedro Jiménez, señaló que la medida "da un tufo electoralista bastante grande". "Antes de derribar el muro hay que quitar la vía del tren y construir la estación nueva y que los trenes puedan llegar", señaló mientras advertía la cercanía del próximo periodo electoral, al que achacaba que el alcalde este llevando a cabo "acciones puramente electoralistas".
Con todo, electoralista o no, el diseño del bulevar en el que se transformará el borde sur de la capital onubense mediante la modificación puntual número 3 del Plan Parcial de ordenación del Ensanche Sur constituyó el punto más reseñable del orden del día de una sesión plenaria más corta de lo habitual, repleta de cambios en el orden previsto e impregnada de cierto aire de relajación prevacacional a pesar de que en un par de momentos la situación se tornase algo más tensa.
El primero de ellos tuvo lugar nada más comenzar el Pleno, cuando el alcalde anunció el adelanto del punto 25, el destinado a debatir la propuesta de IU contra la "represión penal a sindicalistas". El debate contó con la presencia de una representación de miembros de UGT y CCOO que, sosteniendo una pancarta con un lema alusivo al tema de la moción, mostraron su apoyo a los activistas que en estos momentos se encuentran encausados por lo penal o por vía administrativa por sucesos supuestamente acaecidos durante el 14-N.
"La moción tiene un objeto claro: el pronunciamiento del Ayuntamiento de Huelva sobre un hecho que se viene llevando a cabo de manera sorprendente tras 35 años de Democracia", explicó Pedro Jiménez en su turno. "No nos van a callar, vamos a seguir reclamando nuestros derechos. Esperamos que este Pleno se sitúe del lado de la legalidad y de quienes lo están pasando mal", pidió, con el apoyo del concejal del grupo socialista, José María Benabat, que calificó como "muy oportuna" la moción de IU porque "se está atacando a la clase obrera de la forma más brutal".
Sin embargo, Francisco Moro despachó el tema asegurando que "el derecho a la huelga está garantizado" y que la moción está basada "en procesos con los que nada tiene que ver el Ayuntamiento".
Tras la salida del salón de los sindicalistas, el Pleno continuó con otra de las mociones propuestas por IU, la relativa al incremento de la vigilancia y el control urbanístico de la barriada de Santa Lucía para evitar la construcción de casas ilegales, que obtuvo la unanimidad de los presentes.
A este instante de opiniones coincidentes le siguió otro de los momentos más agrios del debate plenario, cuando durante la exposición del teniente de alcalde de Infraestructuras, Felipe Arias, de la moción destinada a exigir a la Junta de Andalucía que mantenga iluminado el puente sobre el Odiel, Pedro Jiménez realizó un comentario a micrófono cerrado que suscitó la protesta de Arias: "Señor Jiménez, me parece que éste es un tema demasiado serio como para bromear al respecto. Exigimos una solución y que se resuelva el aislamiento de Huelva respecto a la costa".
Juan Manuel Arazola (IU) reprochó a Arias que plantease una moción "mal enfocada" que no tiene "más sentido que salir en el periódico". "Ya tocaba", señaló Arazola, "el espíritu de Barragán sobrevuela el Pleno", criticó, al tiempo que consideraba que "el colapso del puente se produce por accidentes o por atascos en la rotonda, por exceso de velocidad y por alcances, y en ningún caso es obligatorio iluminar".
"Como siempre la culpa es de los ciudadanos", ironizó Arias tras la intervención de Benabat, que exigió a Carmen Sacristán que la Policía Local colaborase en las horas punta y a Pedro Rodríguez que en calidad de parlamentario andaluz interviniese para solucionar el problema. "Cuando a IU y a PSOE se les piden soluciones son incapaces de solucionar nada, como sucede en el Torrejón", recordó. "Siete meses a oscuras no son ningún problema según IU", zanjó Arias, que reprochó a Jiménez su falta de interés en algo que se podría resolver "con sólo una llamada".
La discusión continuó con las comunicaciones como protagonistas pero en este caso, las ferroviarias. "Ha llegado el verano y nada nuevo bajo el sol", comenzó Alejandro Márquez su exposición sobre las averías y retrasos protagonizadas por el Alvia, algo que "daña la imagen de la ciudad, la marca Huelva y a un sector tan importante como el turismo". "Hay que defender los intereses de Huelva por encima de los de los partidos", recriminó al equipo de Gobierno, que por boca de Moro negó que Huelva tenga retrasos superiores a otras ciudades y acusó a Márquez de magnificar el asunto y de hablar en nombre de la Plataforma Huelva por su Tren.
La moción socialista relativa a los fallos en los sistemas de transmisión de la Policía Local tampoco salió adelante, decisión que Carmen Sacristán, basó en el hecho de que ya están en estudio las posibles causas y que "en ningún caso el problema es económico".
Para después de las vacaciones, a pesar de haber sido registradas en tiempo y forma, quedaron los ruegos y preguntas, seis de ellas sobre la situación de la Empresa Municipal de la Vivienda, para enfado de IU que cree "injusto" que los trabajadores "tengan que pasar el verano sin saber cuándo cobrarán las nóminas atrasadas".
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