Huelva

El perfil es el de un joven varón que consume cannabis

  • El hachís y la marihuana a menudo se combinan con otras drogas como la cocaína y el alcohol

El cannabis y la cocaína son los dos tipos de droga más comúnmente detectadas entre los conductores españoles, seguidas de los opiáceos, metanfetaminas y anfetaminas. El perfil de los conductores a los que se detecta un positivo por consumo de drogas en Huelva es el de un varón joven, de entre 20 y 30 años, que ha consumido THC-Cannabis a través de marihuana o hachís.

En los controles realizados en lo que va de año 2014 en la provincia onubense, los derivados del cannabis y la cocaína se llevan la palma. De los 21 positivos registrados, doce fueron por encontrar THC, principio activo del cannabis, y diez por cocaína. Además, se detectaron también dos casos por consumo de opiáceos y otros dos por anfetaminas, sin que se registrara ninguno por metanfetaminas.

El hecho de que sean más las sustancias detectadas que el número de positivos registrados muestra el hábito de muchos consumidores de droga, que consumen más de un tipo, incluso aunque vayan a ponerse posteriormente al volante. Además, muchos de estos casos -en números no precisados por la estadística facilitada por Tráfico- se acompañan de la ingesta de alcohol, por lo que las infracciones administrativas y los delitos penales se suman, al margen del extraordinario peligro que suponen sus efectos combinados en la conducción.

Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) se advierte que el consumo de cannabis al volante se traduce en una conducción bajo sedación, en la que "los músculos se relajan, los párpados pesan y nada importa alrededor", según se remarca en las campañas preventivas, provocando reacciones lentas y distracciones que pueden ser fatales en la carretera.

Según el tipo de droga consumida, los conductores también presentan conductas agresivas, excitación y euforia, que potencian los peligros para el propio vehículo y para los que circulan ajenos por la vía.

Los datos que maneja la DGT revelan que el 45% de los conductores fallecidos en 2011 en España presentaban índices de consumo de drogas, psicofármacos y alcohol en su cuerpo. Por ello se insiste en que los agentes intensificarán los controles de alcohol y drogas al objeto de disuadir a los consumidores de que conduzcan.

El objetivo al que se vuelve una y otra vez es crear una mayor concienciación de que no solamente el alcohol y la conducción es un binomio peligroso, sino también las drogas y la conducción, "que en muchas ocasiones son sinónimo de muerte".

La DGT reitera habitualmente que está demostrada la relación entre el consumo de alcohol o de drogas, incluso a bajas concentraciones, y la reducción de la capacidad de conducción, que se refleja en el deterioro de la atención, de las funciones visual y auditiva, y otras perturbaciones en el campo perceptivo, además de cansancio, somnolencia y fatiga muscular, presentes en la mayoría de los accidentes de circulación.

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