Efectivos de la Guardia Civil y del Parque Municipal de Bomberos remolcaron en la madrugada de ayer hasta el puerto de la capital onubense una ballena rorcual común, de más de diez metros de largo y ocho toneladas de peso que en la noche del domingo, como ya avanzó este diario, quedó varada en la ría del río Odiel, a la altura de la avenida Francisco Montenegro.

Según informó ayer la Autoridad Portuaria de Huelva en un comunicado, la Policía Portuaria dio aviso al Teléfono de Emergencias 112, así como a la Guardia Civil, los Bomberos y la Policía Local de Huelva, que integraron un dispositivo en el que también participó Salvamento Marítimo.

La tripulación de un buque y algunos ciudadanos que transitaban por la senda peatonal de la avenida Francisco Montenegro alertaron de la presencia del cetáceo.

La ballena, que aún estaba con vida cuando fue encontrada, falleció poco después y fue retirada de la zona en que había quedado varada en torno a las 01:40. De este modo se evitó que el cetáceo generase un peligro para la navegación marítima en ese área, muy transitada por pesqueros y por los grandes buques que cargan mercancía en el puerto onubense.

Cuando amaneció la mañana de ayer, el cadáver del animal todavía permanecía en el agua. Había sido trasladado al muelle de Levante por efectivos del Servicio de Extinción de Incendios del Ayuntamiento capitalino (tres bomberos y un mando con dos bombas), después de que estos recibieran aviso de Salvamento Marítimo en plena madrugada. Los bomberos comprobaron que el animal estaba muerto y dieron por finalizado el servicio a las 02:24 de ayer.

Operarios del Puerto de Huelva procedieron a sacar la ballena del agua a primera hora con una grúa ante la expectante mirada de los allí presentes.

Luego fueron los técnicos del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Huelva y del Centro de Gestión del Medio Marino, dependientes de la Junta de Andalucía los que tomaron muestras de su cadáver para tratar de averiguar las causas de la muerte.