Inversiones en la industria

Ence duplicará su capacidad de producción de energía por biomasa

  • La fábrica está ejecutando una inversión de 35 millones de euros para instalar dos nuevas turbinas de 35 MW de potencia · Está previsto que las nuevas instalaciones entren en funcionamiento en 2009

La fábrica de Ence en Huelva está inmersa en un proyecto que casi duplicará su capacidad de producción de energía a través de la biomasa. Dentro de la estrategia del grupo empresarial de mejora de la eficiencia energética, Ence va a contar en 2009 con 75 megavatios de potencia instalada para la generación de electricidad partiendo de una materia prima característica: las 'sobras' de su proceso de fabricación, la madera que no se aprovecha para la fabricación de celulosa y la biomasa líquida que se obtiene durante el proceso.

Biomasa es la abreviatura de masa biológica y comprende una amplia diversidad de tipos de combustible energético que se obtiene directa o indirectamente de recursos biológicos. En el caso de Ence, esta biomasa proviene directamente de la madera empleada para la fabricación de la pasta de papel. Se calcula que un 30% del árbol es fibra-celulosa, mientras que el 70% restante se considera biomasa: la corteza, las ramas, las hojas, los restos de la madera o la lignina. Con estas partes del árbol Ence genera energía a partir de la biomasa en dos fases: una primera con el sobrante del tratamiento mecánico de la madera, que va directamente a la caldera de biomasa, y otra segunda en la que se emplea el líquido de la cocción de la madera también para la generación de energía tras pasar por las calderas de recuperación. Se trata de un proceso complementario al de la producción de celulosa: la corteza se recupera como biomasa para producir vapor de alta presión en una caldera que genera vapor para el proceso y energía eléctrica, mientras el líquido también se usa para producir vapor y energía.

En la actualidad, con sus 40 MW de potencia, Ence cuenta con el 22% de la potencia instalada para generación por biomasa de Andalucía. A esta potencia se suman los 36 MW instalados de cogeneración, de forma que la fábrica genera suficiente energía para abastecer a una ciudad como Huelva. Además de abastecer a la fábrica de energía, Ence ya es operador del mercado eléctrico, al que vende su producción, y cuenta con la ventaja de introducir en la red una energía renovable, primada por el Estado.

En una actuación que ya ha comenzado, en la parada de mantenimiento que se ha realizado en la fábrica, Ence va a optimizar su caldera de biomasa e instalar dos nuevas turbinas que supondrán un aumento de la potencia en 35 MW para la generación por biomasa. Esta ampliación se enmarca en una estrategia empresarial, pero además, según destaca la compañía, con esta inversión se seguirán reduciendo las emisiones atmosféricas, con un 95% de mejora para SO2, un 60% para las partículas y más de un 10% para el NOx.

Para contar con suficientes existencia de biomasa para garantizar la materia prima a la ampliación, Ence está planteando la fidelización de contratos con empresas del entorno, con el objetivo de acaparar esta materia en el entorno de la fábrica, ya que la biomasa es una materia prima rentable económica y medioambientalmente sólo si no necesita un transporte largo (que emitiría una cantidad de gases mayor que la que evita y sería excesivamente caro). Según explica el director de la factoría, Isidro García, "biomasa hay de muchos tipos, podemos aprovechar los restos forestales, las podas agrícolas, los restos industriales o las explotaciones forestales que se transforman". Por ello, la idea de Ence es centrar su producción en la biomasa cercana, que en principio sería suficiente para abastecer la producción de energía en un futuro próximo.

Con esta ampliación se prosigue en un camino iniciado hace cuarenta años, cuando los restos de la madera comenzaron a ser utilizados en el proceso de producción de la fábrica de Huelva mucho antes de que comenzase la promoción de las energías renovables. La caldera de biomasa de Ence es una de las más grandes de Andalucía y se construyó como una forma de mejorar el proceso, no bajo el principio de generación de una energía limpia. El sobrante de la madera se empleaba desde los años 70 para la generación de vapor y energía, de modo que Ence ha sido desde sus comienzos energéticamente autosuficiente. A finales de los 90 se pondría en marcha el proyecto de Celulosa Energía, que supuso la ampliación de la capacidad de generación de la fábrica.

Con la ampliación que se desarrolla ahora se pasará a 75 MW de potencia instalada de biomasa y esa capacidad podría ampliarse aún más en un futuro, ya que la empresa está analizando la posibilidad de incrementar la generación por biomasa con un proyecto que supondría una inversión millonaria y requeriría incluso de cultivos energéticos (de hecho, Ence ya está investigando este tipo de cultivos para saber cuál es el más productivo), pero que todavía está en fase de estudios.

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