Chantal L.M. falleció el 27 de diciembre de 2005 víctima de una infección después de haber sido operada de apendicitis tres días antes en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. Mañana, casi ocho años después del trágico suceso, los tres médicos imputados por su muerte, A.U.G., F.P.D. y A.M.O.G., rendirán cuentas ante la Justicia. La Fiscalía les atribuye la comisión de un delito de homicidio por imprudencia profesional grave, por lo que pide para cada uno de ellos cuatro años de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de la Medicina durante seis años, amén de una indemnización para cada uno de los padres de la menor de 100.000 euros.

En la vista, que se celebrará hasta el viernes en el Juzgado de lo Penal número 2 de Huelva (09:30), prestarán declaración numerosos testigos y peritos de la defensa. Precisamente a ellos la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa) de España les lanza una advertencia: "Haremos escraches contra todo aquel que mienta, engañe o manipule en el juicio", indicó ayer a este diario la presidenta del colectivo, María Antonia Moral.

La representante de Avinesa aclaró que "vemos con impotencia cómo cada vez que hay un juicio por negligencia, los imputados aparecen con siete u ocho peritos y compañeros de profesión que tratan de engañar al juez, que no suele tener grandes conocimientos de Medicina". En el caso de Chantal "no estamos dispuestos a permitirlo".

Por ello, preparan acciones pacíficas de protesta contra quienes fomenten "la protección de esas negligencias, que, de seguir encubriéndose, seguirán pasando". Las llevarán a cabo a lo largo de este mes o del venidero julio, si es que consideran que, en efecto, "alguien dice burradas como las que hemos escuchado en muchos juicios". De entre ellas, Moral destaca que "en Sevilla un perito se atrevió a decir que no pasaba nada por estar cinco días sufriendo un infarto, que es algo normal".

La iniciativa prevista tiene dos vertientes. Por un lado, pondrán en conocimiento de "todas las asociaciones científicas las burradas" que emita el experto en cuestión para que "evalúen las atroces afirmaciones que llegan a realizar algunos de sus médicos por defender a sus compañeros imputados". Por el otro, pretenden acudir a los centros hospitalarios donde trabajen "esos peritos o testigos para que la opinión pública y, en especial, sus pacientes y compañeros, conozcan la clase de profesionales que son dichos facultativos", informó la presidenta de Avinesa.

Será la primera vez que las víctimas de las negligencias sanitarias utilicen la táctica del escrache para reclamar "juicios transparentes y en igualdad de condiciones para ambas partes". Para encontrar un precedente similar hay que remontarse a 1994, cuando la propia María Antonia Moral -tras la muerte de su hermana, también víctima de una negligencia- se plantó en la puerta del madrileño hospital La Paz: "Se lo hice a un médico y es lo que peor le sentó de todo", afirma.

Conoce bien, dice, la efectividad de una medida cuyo principal propósito es "prevenir", de modo que "testigos y peritos se den cuenta de que mentir para proteger a un compañero puede dañar su propio prestigio" y que no cometan irregularidades durante la celebración del plenario.

La madre de Chantal, Elena Masera, y el padre de la menor ofrecerán en la jornada de hoy una rueda de prensa en la que expondrán cómo vivieron desde dentro los trágicos acontecimientos que acabaron con la vida de la pequeña. También transmitirán a los medios de comunicación su deseo de que se haga justicia y responderán a las preguntas que se les formulen.

La presidenta de Avinesa, que no podrá asistir a la convocatoria por motivos de salud, indicó que "éste será uno de los juicios con mayor trascendencia de los últimos tiempos, pues no olvidemos que en el siglo XXI nadie muere por una operación de apendicitis".

El escrito de acusación refleja que existió una relación directa entre la operación de apendicitis y la peritonitis aguda que arrebató la vida a la niña, algo que se debió a que A.U.G. "obvió, de forma gravemente negligente, instaurar previa a la cirugía o durante el acto quirúrgico, antibioterapia profiláctica o, a posteriori, de forma más precoz a la que se hizo" ante las fiebres altas del posoperatorio. La sintomatología que mostraba Chantal fue también "negligentemente obviada por los otros dos acusados, F.P.D. y A.M.O.G.", dice el fiscal.

Avinesa cuenta en la actualidad con más de 4.000 socios en España y acaba de abrir sede en Andalucía, concretamente en Málaga (952 505 932). "En la sanidad andaluza tenemos muchísimos casos y nuestro abogado, Rafael Martín Bueno, está saturado", indica la presidenta del colectivo.