El 26% de los niños aún cree que ser ama de casa no es un trabajo

Un estudio del sindicato Ustea subraya la pervivencia del sexismo en conductas y actitudes de los alumnos de Primaria y ESO

Dos jóvenes estudiantes, ante la puerta de entrada de un instituto onubense de Secundaria.
Dos jóvenes estudiantes, ante la puerta de entrada de un instituto onubense de Secundaria.
Enrique Morán Huelva

01 de abril 2013 - 01:00

No parece que podamos sentirnos muy satisfechos del camino hacia la igualdad entre ambos sexos. Al menos así lo señala un estudio realizado por Ustea, sindicato del ámbito de la educación y que tiene por título Luces y sombras en coeducación, que se ha llevado a cabo en colegios e institutos de Andalucía.

En el trabajo nos encontramos con datos como que el 50% de los alumnos de ESO utiliza lenguaje sexista o que el 26% piensa que la labor de un ama de casa no se puede considerar trabajo.

Las conclusiones del informe son bastante pesimistas y sostiene que el estudio "ha puesto ante nuestros ojos una escuela, un instituto que practica la coexistencia de chicos y chicas más que la coeducación".

Ustea deja constancia de que la aplicación de los planes de igualdad en educación, que tuvo su primera versión en noviembre de 2005, se han centrado casi de manera exclusiva en el alumnado, cuando en realidad están orientados hacia toda la comunidad educativa. Esa misma filosofía imprime la aprobación, en el BOJA del 15 de mayo de 2006, de la figura del coordinador.

Siempre según Ustea, las cosas no han ido como se esperaba y denuncia la pasividad de buena parte de los docentes, el poco trabajo que se efectúa en colaboración con las Ampas o el escaso efecto que la labor igualitaria parece dejar en los alumnos, tal y como ellos mismos confiesan.

El informe de este sindicato de educación plasma datos en distintos ámbitos. Así, en cuanto a las profesiones que los alumnos de Primaria apuntan como las elegidas para cuando sean mayores, los chicos señalan las relacionadas con la seguridad o el deporte, precisamente las que resultan menos atractivas para las chicas, que prefieren profesiones consideradas, tradicionalmente, femeninas y que tienen que ver con los cuidados y en las que quedan incluidas la sanidad y la educación. Del mismo modo, las profesiones artísticas resultan de poco interés para los chicos y de gran interés para sus compañeras. Cuando pasamos a Secundaria, el esquema parece haber acentuado el carácter sexista. La sanidad y educación representan en torno al 25% -cada ámbito- en la preferencia de las chicas, mientras que para sus compañeros no alcanza el 10% en ninguno de los dos ámbitos.

Para estudiar el área de relaciones personales y sociales, el informe se ha fijado en tres aspectos: el uso de lenguaje sexista, juegos y actividades de ocio y las preferencias a la hora de hacer o recibir regalos. En relación con las expresiones sexistas consideradas insultos, en Primaria eran utilizadas por el 30% de los chicos y el 4% de las chicas; en Secundaria ronda el 50% en ambos sexos. Cuando se trata de usar la distinción masculino/femenino, en ESO y Bachillerato el alumnado la usa más al escribir que al hablar, pero a un 16% le molesta este uso y en torno a un 40% no lo utiliza.

En juegos o actividades lúdicas y de ocio, un 26% de los chicos de Primaria declara que no practicaría nunca juegos considerados "de chicas". En cuanto a las chicas, el porcentaje de las que no jugarían juegos sexistas es de un 16%; pero es reseñable que de dicho porcentaje, un 75% señala que no jugaría a juegos considerados "típicos" de chicas, no de chicos. En Secundaria, el nivel de actividades que rechazan los chicos y que tienen un carácter sexista es del 13%, un notable descenso en relación a la etapa educativa anterior. La tendencia de las chicas en Primaria de rechazar las actividades con carácter sexista femenino, se confirma en cierto modo en Secundaria.

En cuanto a los regalos con carácter sexista, en Primaria los chicos los piden más que las chicas, aunque su porcentaje de preferencia desciende ligeramente en relación al pasado. Esta tendencia también se confirma en Secundaria, donde ha desaparecido la preferencia por estos regalos, en beneficio de los objetos informáticos y electrónicos y, sobre todo, de los que posibilitan o fomentan las relaciones personales.

El estudio de Ustea también se detiene en el ámbito familiar. La simple observación del cuadro resumen de distribución de las tareas domésticas en los hogares del alumnado de Primaria pone de manifiesto que quien sigue soportando el peso tanto de las tareas domésticas como de cuidados siguen siendo las madres. No obstante, a la pregunta de si la madre trabaja, a un 26% le sigue resultando invisible este trabajo, por lo que contestan que no. Es más, en torno al 80% del alumnado, tanto de Primaria como de Secundaria, afirma que las tareas domésticas están repartidas. Repartidas, sí, pero muy desigualmente, ya que el porcentaje de tareas que asumen los padres solo es superior al que asumen las madres en el caso del arreglo de desperfectos. La tarea doméstica que menos realizan los padres es la de planchar y poner la lavadora; en las que más participan es en las de comprar comida y cocinar.

En cuanto al alumnado, la tarea doméstica que más realizan es la de ordenar y limpiar, generalmente el propio cuarto.

stats