Resultado de la década urbanística: superávit residencial, déficit de colegios. Con negociaciones en curso, las Administraciones quieren enmendar a medio plazo este desajuste garantizando terrenos y compromisos de financiación pública. El ejemplo que está en el candelero es el del Ensanche. La operación que acaba de salvar el obstáculo de los tribunales contempla 30.000 metros cuadrados para paliar la carencia de centros docentes en el Centro, Zafra y Pescadería.

Así lo anunció ayer en el Pleno del Ayuntamiento el concejal de Urbanismo, Francisco Moro, en sintonía con una moción de IU que fue aprobada por unanimidad para "racionalizar las próximas construcciones educativas", reservando suelo dotacional público especialmente en las zonas de escolarización 1, 2, 4 y 5 de la ciudad (los déficits más acuciantes se han detectado en Isla Chica, Los Rosales, La Orden, el Centro, El Torrejón y Santa Marta). En total, según avanzó ayer Moro en los desarrollos urbanísticos pendientes son 12 hectáreas las que conforman la bolsa de suelo docente que el Consistorio pone a disposición de la Junta para colegios públicos, institutos, guarderías y centros de formación.

En el cómputo de superficie están 14 parcelas libres, repartidas entre el sector de Marismas del Odiel; La Florida; Vistalegre; Marismas del Polvorín; El Seminario y, decimos, el Ensanche. El desglose de terrenos lo puso ayer Moro sobre la mesa en medio de un virulento debate, en el que populares y socialistas se enzarzaron por la polémica precedente sobre cesiones de suelo para colegios en zonas como Pescadería, que finalmente se ha quedado sin estos equipamientos por las discrepancias entre la Junta y el Ayuntamiento. Nada nuevo bajo el sol: los gobernantes (PP) culpan ahora al Gobierno andaluz de desaprovechar por desidia sus ofrecimientos de terrenos; mientras la oposición socialista atribuye el déficit de colegios públicos, en primera instancia, a la falta de colaboración municipal para poner suelo a disposición de la Junta. Desde la tesis del PSOE, para los populares prima el negocio inmobiliario, con el ejemplo nítido de Pescadería. El PP busca, no obstante, su coartada de cara al futuro en esas 14 parcelas, reservadas en el vigente Plan General de desde 1999 (con la revisión del PGOU se incrementa la bolsa de suelo docente, entre otros ámbitos, en la expansión de Huelva Norte).

Pese a las dosis de polémica, la corporación dio luz verde a la moción defendida por el portavoz izquierdista Pedro Jiménez, que abogaba además por encargar a la Universidad un Estudio de Previsión Demográfica y Urbanística de la Ciudad, para optimizar los usos docentes necesarios y paliar el actual "desequilibrio estructural entre el desarrollo urbanístico y demográfico y la red de centros educativos públicos". La iniciativa instaba también al Consistorio a ceder suelo público a la Consejería de Educación para nuevos centros en las zonas del Ensanche, Marismas del Polvorín, Marismas del Odiel, El Seminario y la prolongación de la Avenida de Andalucía.

Otra cuestión que copó protagonismo en el Pleno -sin más frutos que la bronca política- fue la batería de iniciativas socialistas sobre la barriada de Marismas del Odiel. Tres mociones, las tres tumbadas por la mayoría absoluta del Gobierno del PP en el Ayuntamiento. En primer lugar, Maribel Franco reclamó (en paralelo a la urbanización pendiente del 'Casa por Casa') un plan de intervención social en una zona lastrada por el desempleo, el absentismo escolar, el vandalismo, la inseguridad... Moro respondió que los servicios sociales comunitarios hacen lo que pueden en la zona y que, no obstante, el Pleno no era el foro para acordar nuevas medidas, pues a tal efecto existe ya el Área de Rehabilitación Concertada de Marismas del Odiel.

El socialista Benabat exigió después la puesta en valor del polideportivo, abandonado desde su inauguración en 2001; y Moro aseguró que así se hará "cuando el Ayuntamiento tenga la seguridad de que estas instalaciones van a ser utilizadas por los vecinos y no las van a volver a destrozar". Luego Isabel Delgado reclamó refuerzo de los servicios de limpieza e infraestructuras en Santa Lucía y el concejal Felipe Arias esgrimió que se está intentando mantener el barrio lo mejor posible. En la moraleja de estos cruces de intervenciones quedó la foto de decepción de los vecinos bajando por la escalera, y las palabras de Pedro Jiménez (IU): "Como dice un amigo mío, -terminó- aquello es Vietnam. Allí hace falta una actuación diaria. En cuanto al 'Casa por Casa', plantearemos una movilización, nos siga quien nos siga, para que Junta y Ayuntamiento dejen de marear la perdiz, y pongan fecha".