A las ocho y media de la mañana, Isabel Domínguez y Manuel, su marido, acuden diariamente a su huerto ecológico en el Parque Moret, en el que permanecen hasta el mediodía. Se les adjudicó hace un año una de las veinte parcelas ubicadas junto al centro de recepción, destinadas a personas mayores de 55 años. No tenían experiencia previa en el cultivo de la tierra, pero les gustó la iniciativa del Ayuntamiento de Huelva, solicitaron uno de los huertos y tras recibir un curso de agricultura ecológica, se pusieron manos a la obra, prepararon la tierra y sembraron semillas de todo tipo para obtener una gran variedad de productos.

Han ido pasando los meses y han visto fructificar su trabajo. En su huerto recogen desde remolacha, cebollino, ajos y culantro hasta brécol, coles, coliflor y lechuga, pasando por zanahorias, habas, guisantes y espinacas. Todo para consumo propio. "Lo voy congelando", apunta Domínguez, que asegura que el huerto "nos da vida". Les gusta y les entretiene su labor agrícola. Plantan y realizan un seguimiento de todo aquello que han sembrado, hasta que el fruto está listo para recogerse. Ellos mismos se encargan del sistema de riego. Los huertos se abastecen de agua de un pozo del Parque Moret.

Esta hortelana urbana señala que deberían prepararse más huertos para que un número mayor de ciudadanos pudiera beneficiarse de esta iniciativa. A ella aún le quedan, por lo pronto, dos años más para poder disfrutar del suyo.

En otra de las parcelas se encuentran los hermanos Rodríguez, Francisco y Antonio, para quienes la experiencia es "muy buena". Francisco tenía, cuando comenzó a trabajar en el huerto, algunas nociones de agricultura, "pero pocas". Indica que la única manera de aprender es sembrando. También ha plantado una gran variedad de semillas. Acuden a su parcela casi todos los días. Francisco, en horario de mañana y tarde. Apunta que lo más complicado es limpiar el terreno de malas hierbas.

Respecto a los frutos que cultivan subraya que al ser ecológicos "están mejor que los que se compran en la tienda". Incluso ha aprendido a realizar conservas de tomates, "es la primera vez que lo hago".

Domínguez destaca que hay mucha unión entre todos adjudicatarios. Se ayudan, se intercambian semillas y frutos y comparten la red para tapar los cultivos. Entre todos han preparado un espacio comunal junto a los huertos, en el que han plantado calabazas.

Los huertos se distribuyen en una parcela de 2.000 metros cuadrados. Son un total de 22, de los cuales, 20 están destinadas a los ciudadanos y 2 a asociaciones, colegios e institutos. Los primeros tienen una superficie que oscila entre los 70 y los 90 metros cuadrados, mientras que los segundos miden 120 metros cuadrados. Anualmente pasan por estos huertos alumnos de segundo ciclo de Primaria y de Secundaria de cinco centros escolares de la ciudad. Ya se han apuntado los colegio Salesianos y V Centenario así como los Institutos de Enseñanza Secundaria La Orden y Pintor Pedro Gómez. Aparte, se beneficiarán de esta iniciativa pacientes de Salud Mental del hospital Vázquez Díaz y la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (Faisem).