El copago farmacéutico, que entró en vigor el 1 de julio, y los constantes problemas en el sistema informático, que las farmacias utilizan para la dispensación de los medicamentos son las principales causas por las que la facturación ha descendido en este primer mes.

El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huelva, Francisco Peinado, así lo señaló siendo además confirmado desde este sector que ha tenido que trabajar, durante las últimas semanas, en situaciones difíciles en las que era sencillamente imposible atender a los pacientes.

Francisco Peinado indicó que se está haciendo la valoración económica de cómo esas dos variables: copago y fallos técnicos han tenido su incidencia en la facturación de las oficinas de farmacia, aunque es un tema incuestionable. Desde el propio sector se confirma esta impresión. Algunos de estos profesionales ya vaticinaron que la entrada en vigor del copago se traducirá en un 15% menos de facturación en las boticas, un dato que aún tiene que confirmarse.

Lo que sí percibe el sector es que el copago está teniendo un efecto disuasorio en el cliente. No pasa con medicamentos de especial importancia para el estado de salud el paciente, pero sí en otros de "una importancia secundaria en los que ya hemos percibido cómo el usuario se espera a primeros de mes para adquirirlos", explica una farmacéutica que tiene su oficina en el Molino de la Vega.

El segundo problema que ha tenido una gran repercusión en la actividad de las boticas ha sido el de los continuos fallos en el sistema informático por el que las farmacias pueden dispensar. Hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría de las prescripciones se realiza a través de Receta 21 o tarjeta electrónica, por lo que si el sistema se 'cae', la misma actividad de la farmacia se paraliza.

En este sentido, las voces de queja son unánimes en todo el sector. En una farmacia de Isla Chica se comentaba que "ha habido días en los que se ve que cortaban el sistema en horas en que no había mucha actividad, pero ha habido otros en los que no hemos podido atender a los clientes durante toda una mañana".

Bien es verdad que los farmacéuticos siempre han tenido la opción de dispensar los medicamentos, si bien esto conllevaba la molestia de que el usuario tendría que regresar a la botica para que se le reintegrara el porcentaje del precio que no tenía que pagar y que en una primera instancia había abonado.

Con el inicio de agosto, parece que los problemas informáticos se han mitigado. Desde la Delegación Provincial de Salud se explicó que durante la última parte del mes de julio se procedió a ejecutar "una serie de actuaciones para actualizar la base de datos, cosa que no resultó sencilla por el enorme volumen de información que había que añadir: bases fiscales, cotizaciones...". La Delegación añadió que con la introducción de un nuevo software y de varios programas "ya se ha terminado de efectuar los cambios".

Salud quiso aprovechar a ocasión para pedir disculpas por las molestias tanto a usuarios como a farmacéuticos. Las profesionales de farmacia valoran las virtudes del sistema informático siempre que no dé fallos.

Aunque el copago viene de la mano de la prescripción por tarjeta o Receta 21, se estima que aún el 10% de las recetas serán por papel. De ello son conscientes en los centros de salud donde se encuentran todavía con bastantes casos en los que tiene que recurrir al bolígrafo. Ese es cl caso, por ejemplo, de los usuarios a quienes se les ha extraviado la tarjeta. Se estima que las recetas por papel serán solo el 10% del total. Dentro de esta vía se sitúan, por ejemplo, las fórmulas magistrales o productos oficinales, los extractos hiposensibilizantes o vacunas bacterianas individualizadas, las tiras reactivas de determinación de glucosa en orina y las medias de compresión normal.

Salvo estas excepciones, el objetivo es que todas las indicaciones se realicen de forma digital a través de la tarjeta sanitaria. De hecho, si el usuario lleva una receta en papel a la farmacia, el farmacéutico debe introducir ésta en el sistema para que quede registrada, lo que suponen un trabajo adicional a pie de mostrador.