A mediados de semana pudimos degustar en la cómoda y agradable terraza de Casa Gaspar, en Punta Umbría, de una cata de vinos que dirigió y presentó con brillantez Victoria Ordóñez, en representación del Grupo Jorge Ordóñez que ha fundado su hermano.

El Grupo se compone de ocho bodegas: Jorge Ordóñez & Co, con denominación de origen Málaga y Sierras de Málaga; Bodegas La Cana, en las Rías Baixas; Bodegas Avanthia, en Valdeooras (Orense); Bodegas Alto Moncayo, en Campo de Borja; Bodegas Volver, con denominaciones de origen La Mancha y Jumilla; Bodegas Breca, en Calatayud; Bodegas Venta Morales, con denominación de origen La Mancha; y Bodegas Ordóñez, con vinos de Toro, Rueda, Bierzo, Montsant...

Ordóñez narró los comienzos de su hermano en Estados Unidos, donde probablemente sean los mayores distribuidores de vino español en la actualidad. "No vendía nada, porque el vino llegaba estropeado del viaje y no lo quería nadie. Entonces tuvo la idea de crear unos contenedores refrigerados para mantener el vino en el puerto y transportarlo así, con lo que todo cambió".

De forma general contó que sus vinos son limpios, claros, tratando de conseguir uvas de cepas que estén en altura y que cuentan con los mejores enólogos para cada tipo de uva, porque su visión como empresa es global. "Trabajamos con bodegas pequeñas en busca de la calidad por encima de todo y limpieza en el color de los vinos", reiteró antes de señalar que su gama garnacha, con buen rendimiento para barbacoas, es el mejor vino a mejor precio del mercado, aunque su 'ojito derecho' resultó ser el rosado: "A pesar de que no soy bebedora de rosado, tengo que reconocer que éste es nuestro vino más sexy. Está hecho a partir de viñedos de 50 años de media con uva mencía.

También nos descubrió alguna curiosidad de los vinos dulces que presentó (fabrican cuatro), aunque el último es casi para coleccionista. "En La Axarquía malagueña tradicionalmente la uva se ha dedicado a pasa y nosotros hemos sido los primeros en sacar vino de esa uva que, aunque no lo crean, tiene acidez, que es fundamental para hacer vino dulce, El 1 es producto de una vendimia tardía, técnica en la que fuimos pioneros en Málaga y el 2 tiene más azúcar concentrado. La vendimia tardía recoge la última uva que hay en el campo, a primeros de octubre, y solemos tener cantidad que oscilan entre 1.200 y 2000 kgs, por hectárea.

En la cata celebrada en Casa Gaspar se utilizaron ocho vinos: el Botani, un dulce seco de las sierras de Málaga; La Cana, un albariño de las Rías Baixas; el Nisia un blanco seco de Rueda; el rosado Avanthia, del Barco de Valdeorras (Orense); el Garnacha de Fuego, procedente de viñas viejas (entre 80 y 120 años de media) de Aragón; y los dos priemros de la seria de vinos dulces.

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En una finca de Arcos de la Frontera (Cádiz), concretamente en el cortijo Faín, ha tenido lugar el enlace de Lucas Macías, natural de Valverde del Camino, y Annette Haiberling, de Alemania.

La ceremonia, que llevaban tiempo preparando, se desarrolló por el rito protestante luterano con asistencia de sus familiares y amigos, un grupo de los cuales recogemos en la fotografía que les ofrecemos, figurando de izquierda a derecha Germán Domínguez, Gonzalo Vélez, María del Reposo Navarro (madre del novio), Gregorio Duque, Manuel Vélez, José Malavé. Por detrás aparecen Rafael Moreno, a la izquierda, y José Senra.

El novio, Lucas Macías, es músico de profesión y un afamado oboísta. Estudió desde 1995 hasta 1997 en el Conservatorio de Zürich (Suiza) con Thomas Indermühle y continuó sus estudios en el Conservatorio de Freiburg (Alemania, 1997-2000) donde obtuvo el prestigioso Diploma de Solista en la clase de Heinz Holliger.

Heladería

Vivimos unos tiempos en los que los emprendedores no lo tienen fácil. Saben que el camino es duro, pero cuando existe ilusión la fuerza ayuda a superar dificultades y eso es lo que han decidido María del Carmen Fernández y su hijo Óscar Moya, quienes a principios de verano han abierto una heladería en la calle Ancha, de Punta Umbría.

En la heladería se puede encontrar una amplia y variada gama de productos que tienen en constante renovación, debido a los cambiantes gustos actuales en esta materia. Los helados tradicionales gustan, pero también se están imponiendo sabores diversos que Miquel Helados Artesanos afronta con su tradicional calidad.

Además, el servicio personalizado ayuda a posicionar su heladería como uno de los fabricantes de primera calidad.