patrimonio en peligro de extinción El Consistorio tiene en su mano frenar los planes de derribo del inmueble, que data de 1932

Alianza para salvar el antiguo edificio de Correos

  • Tras el acuerdo político en el Pleno, la supervivencia de esta seña de identidad depende ahora de que el Ayuntamiento lo catalogue · Así lo asumió el PP recogiendo el guante de IU

Catalogarse o morir. Cuando no son buenos tiempos para la lírica, los asuntos del patrimonio sentimental mueren en la tecnocracia de la crisis. Una dinámica salvaje, que prosigue hasta que no hay marcha atrás y nos vemos nuevamente lamentando la pérdida de otro retal de nuestra Historia, ajada en esta Huelva a la que cada vez le quedan menos anclajes de identidad. De ahí que sea vital el margen de maniobra que todavía tiene el Ayuntamiento para salvar de la piqueta la antigua casa de Correos y Telégrafos, uno de los edificios más emblemáticos en la transición entre el casco antiguo y Pescadería.

Un inmueble que, si bien no tiene especial empaque arquitectónico, reside dignamente en la memoria de la ciudad que fue ganando terreno a la marisma y evolucionó -como lo hicieron los servicios postales- hasta expandirse en lo que antaño ocuparon los saladeros y secaderos de redes, hoy una urbanización que tiene su epicentro en el nuevo Mercado del Carmen.

Izquierda Unida ha dado la voz de alarma sobre los planes de demolición que amenazan esta construcción de 1932. El portavoz municipal de la formación, Pedro Jiménez, llevó la cuestión al último Pleno, arrancando al equipo de Gobierno del PP un compromiso para defender la supervivencia de este inmueble. También el PSOE y la Mesa de la Ría secundaron la iniciativa de los izquierdistas, haciendo un frente común para la conservación del edificio. Así, la moción que la corporación aprobó por unanimidad en la sesión del pasado 27 de junio aboga por promover un convenio entre el Ayuntamiento y los ministerios de Hacienda y Fomento "con el objeto de proceder a la rehabilitación y adaptación" del inmueble con la opción de albergar los servicios postales, dependencias municipales para ahorrar alquileres y/o dotaciones sociales para la zona de Pescadería.

Y es que la información que elevó al Pleno el concejal de Urbanismo y portavoz municipal del PP, Francisco Moro, confirmó tristemente lo que ya denunció IU: estamos ante una seña de identidad en peligro de extinción. La parcela permite edificar en la altura que la igualaría al resto de la Avenida de Italia y la calle Castilla, con lo que algunos directivos del ente estatal plantean demoler el viejo caserón, que sólo alberga los servicios burocráticos desde que hace dos años se trasladara la oficina de atención al público a un edificio de la Avenida de Italia. La intención es sustituirlo por un bloque de viviendas y/o oficinas que albergaría los servicios de Correos en los bajos comerciales. Lo peor es que, como apuntó en el citado debate el concejal de la Mesa de la Ría, José Pablo Vázquez, se derribe un edificio de los años treinta para que la crisis de la construcción deje en un sitio tan emblemático un solar vacío sin visos de movimiento, como tantos que salpican la ciudad.

Ya que la antigua casa de Correos no es de titularidad municipal, sino estatal, el ámbito de actuación del Consistorio en este caso pasa por modificar el planeamiento urbanístico para incluir este inmueble -calificado como "fuera de ordenación"- en el catálogo de edificio protegidos de la capital. Una tramitación que, obviamente, conlleva una larga ruta burocrática y unas garantías de información pública, pero que tendrá que emprenderse en una prueba de voluntad política. Por estas trampas de la democracia, son innumerables las mociones de la oposición que se aprueban en los ayuntamientos y que quedan en un brindis al sol, máxime cuando existe, como es el caso, Gobierno con mayoría absoluta. Los concejales de Izquierda Unida, como promotores de esta campaña en defensa del edificio de Correos, avanzan que insistirán en el asunto al Consejo de Gestión de la Gerencia Municipal de Urbanismo para que se proceda al blindaje del inmueble sin más demora. Edificios con mucho menos peso en la memoria colectiva forman parte, de hecho, del Catálogo de Edificios, Elementos y Espacios de Interés de la ciudad de Huelva.

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