Los pueblos normalmente rinden homenaje a sus patronos o patronas cuando se acerca el día de su onomástica. Pero no siempre sucede así. Razones históricas o tradiciones mantenidas arraigadas en el acervo popular de una localidad justifican extrañas coincidencias o alteraciones de lo lógico. Esto es precisamente lo que sucede en el calendario festivo de Castaño del Robledo, donde destacan la Fiesta de La Mesa, a finales del mes de agosto, o la participación en la romería de la Reina de los Ángeles, junto a fechas habituales, y una fiesta especial: la fiesta de San Pedro.

Y es especial porque los vecinos sacan en procesión a la Virgen de los Dolores y no al santo discípulo de Jesús. Lo hacen mañana, festividad de San Pedro, pero no hay rastro de su imagen ni de devoción alguna hacia él. En su lugar, los castañeros muestran su fervor hacia una magnífica talla de la Dolorosa, acompañada por la Banda de Música de Calañas, que centra las atenciones durante varios días, ya que aunque la procesión se realiza mañana, los festejos se extienden hacia el fin de semana siguiente.

Este año, las fiestas se celebran desde mañana hasta el domingo, fin de semana en el que se concentran los actos lúdicos, fundamentalmente, actuaciones de la orquesta Sensaciones y galas infantiles destinadas a los más pequeños y las familias.

La razón de esta situación la encuentran los más mayores en el brote de cólera que en el siglo XIX asoló los municipios de la sierra onubense. El último recurso que encontraron para superar esta tragedia fue hacer el voto de sacar a la Virgen de los Dolores en procesión por todas las calles del pueblo. Quiso el destino que la epidemia remitiera y que el calendario fijase el día de la procesión salvadora en la festividad de San Pedro. En realidad, fue un voto de los que tradicionalmente se recuerdan y festejan en la comarca, con similitudes al que tiene lugar en Los Marines, por ejemplo. La talla venerada en la actualidad data de la posguerra ya que la magnífica imagen fue pasto de las llamas en medio de los enfrentamientos fratricidas de aquella etapa histórica.

El cartel editado por el Ayuntamiento de Castaño del Robledo para anunciar las fiestas de este año recoge la Fuente del Barrio, así llamada por estar situada en esta zona del pueblo. Data de 1728 y cuenta con un escudo nobiliario en su decoración.

La fiesta prácticamente no ha cambiado en nada, según cuentan los vecinos, aunque ahora llega mucha más gente para acompañar a los suyos, reencontrarse con amigos y familiares o disfrutar de la hospitalidad y las ganas de fiesta de los habitantes de esta localidad serrana.