El Hospital Infanta Elena ha cerrado esta semana un ala de la cuarta planta. La dirección del centro sanitario justifica la decisión "ante la escasa ocupación que se viene registrando en el último mes y que ha llevado a mantener una media de medio centenar de camas vacías durante todo el mes de mayo". A día de ayer, el hospital, sin contar Maternidad ni Pediatría, 41 camas libres, y el lunes 58. Esta tónica se mantiene durante el presente mes y "de hecho coincide con la de otros años por estas fechas, en las que el porcentaje de ocupación, por ejemplo el año pasado, fue del 55%". Se trata, para el Infanta Elena, de "optimizar recursos al no resultar necesario mantener abiertas tantas camas que no se utilizan y facilitar las vacaciones de algunos profesionales". La dirección subraya que la planta "se pone en reserva funcional, por lo que se puede activar en el momento que sea necesario". También es verdad que el cierre, que suele acontecer en época estival por causa del descenso de la actividad quirúrgica, se ha adelantado ya que otros años se ha efectuado en junio.

Desde el Sindicato Médico (SM), que ha denunciado el cierre de estas dependencias del Infanta Elena, se tiene otra versión. El SM considera que no se opondría al cierre si con ello se optimizaran recursos, pero "da la casualidad de que es la planta de Cardiología, la próxima unidad que la dirección piensa mover al Juan Ramón Jiménez y el cierre de esta planta (otros años en verano se cerraba la 3ª derecha) parece ser una medida facilitadora de este traslado".

El Sindicato Médico ve, por lo tanto, un paso más en lo que considera "el desmantelamiento progresivo del Infanta Elena y su transformación en un nuevo hospital de crónicos, sin compensarse la desaparición de su actividad con los tan prometidos y nunca realizados Chare". Ese, para el SM, sería el resultado final de la alianza estratégica que empezó hace más de dos años, entre los dos hospitales de la capital. De este modo también se refieren al envío de rehabilitadores y neurólogo al Juan Ramón.