La sombra del cierre amenaza al 20% del comercio que depende del ladrillo

El parón de la construcción ha provocado un descenso en las ventas de muebles, electrodomésticos, pinturas y tejidos para el hogar que ronda el 40% · Se retrasa el pago a empleados de los negocios

Los onubenses antes de comprar se lo piensan dos veces y provocan que los establecimientos estén prácticamente vacíos.
Los onubenses antes de comprar se lo piensan dos veces y provocan que los establecimientos estén prácticamente vacíos.
Ana Vives Casas / Huelva

11 de mayo 2008 - 01:00

El efecto dominó provocado por el parón de la construcción ha comenzado y las pequeñas y medianas empresas de la provincia no encuentran estrategia posible que les lleve a una jugada maestra que haga cambiar el ritmo de sus cuentas. Entre los más perjudicados, los comercios dedicados a la venta de pintura, material de la construcción, artículos de decoración, muebles, electrodomésticos, imagen y sonido, y equipamiento para el hogar donde las ventas han llegado a caer hasta un 40%. Lo más negativo de esta situación es que en todos los casos se asegura que lo peor aún está por llegar lo que hace temer el cierre de al menos una quinta parte de las empresas que actualmente operan en la provincia porque al sector además se le suma la propia recesión del consumo que se sufre desde el año pasado.

Las ventas de muebles parecen ser las más perjudicadas porque su negocio depende directamente de la entrega de viviendas nuevas (la renovación del mobiliario en los hogares tan sólo representa un 10% de los negocios, prácticamente inexistente en la actualidad ante la situación que se vive en las economías domésticas). Desde la patronal del sector se asegura que el descenso en las ventas ha llegado hasta el 40%, aunque "aún se está viviendo de las construcciones que se concluyeron el año pasado, lo que nos lleva a pensar que a partir de 2009 las cifras bajen hasta el 50 o el 60%", según Francisco Bellerín, empresario del sector y presidente en Huelva de la Federación Andaluza de Empresarios y Autónomos del Comercio del Mueble. El descenso en las ventas es "evidente" porque el consumidor antes de comprar se lo piensa dos veces e incluso baraja dos o tres presupuestos antes de decidirse a comprar. Aunque hay constancia de que ha habido negocios que ya han cerrado, aún no existe un registro actualizado al respecto, si bien "en unos meses se tendrán datos concretos de posibles liquidaciones", explica Bellerín.

Además de los revestimientos, portajes, decoración y muebles, una vivienda necesita de electrodomésticos y material de imagen y sonido y aquí también ha habido un auténtico parón. Hasta hace un mes se hablaba de un descenso en las ventas que no superaba el 30% y ya se apunta hacia el 40%. Así lo reconoce el gerente de Electronuba, Valentín Carrasco, que desde finales del año pasado constata una paulatina disminución de las ventas, especialmente de televisores porque "no se compran viviendas y entonces tampoco se adquieren productos de este tipo, pero como además no hay dinero ya no se tira de este tipo de regalos como se podía hacer hace unos años". A pesar de la reducción en las ventas, "se puede ir aguantando porque en nuestro caso el local es de propiedad y no tenemos que asumir además el pago de un alquiler", algo que no ocurre en muchas de las firmas que se extienden por nuestra geografía, lo que "agrava más aún una situación que ya de por sí es negativa".

Los proveedores de materiales para suelos, paredes, techos o revestimientos también aseguran que la venta en mostrador ha bajado un 40%, aunque en cierta media se ha venido compensando durante los últimos meses por la contratación anterior de grandes obras o montajes que se desarrollan durante uno o dos años. Es el caso de Llera Decoración, empresa especializada en la decoración técnica de edificios, casas, oficinas y embarcaciones. "Desde mediados del año pasado se ha ido notando el descenso paulatino en las ventas, pero lo peor está por llegar" subraya su administradora, Ana Váquez.

Está claro que la salida a la contención en el gasto de los consumidores pasa por la contratación de reformas decoraciones en hoteles, edificios públicos, centros comerciales, aunque "tal y como está la cosa hay que pensarse muy bien qué aceptar para no tener problemas de liquidez". De ahí que también se aproveche el "tirón" de los clientes con un nivel medio-alto que el año pasado se pudieron permitir la compra de adosados y grandes viviendas que ahora acondicionan, "aunque son los menos numerosos". De momento, en el sector no se han cerrado negocios, aunque sí retrasos en los pagos a empleados.

Las empresas que viven de la pintura tampoco están siendo ajenas a la crisis y aunque mantienen que la alta decoración de momento no se ha resentido, reconocen que las ventas al público en general han bajado hasta un 60%. Para contrarrestar sus efectos se recomienda "mucha imaginación". Así lo entiende Julián Mateos, director comercial de Todo Pintura, dedicada a la fabricación y distribución de pinturas. "Está claro que la obra nueva está parada y eso ha llevado a que si nuestra facturación hasta ahora aumentaba de forma continua al menos en dos dígitos, ahora nos mantenemos gracias a la rehabilitación de edificios y viviendas.

KA Internacional es otro ejemplo. Hasta hace dos meses la facturación iba por encima de los presupuestos aprobados, pero "desde abril el comportamiento ha sido el contrario para dejar una caída en picado", según la responsable del negocio, Margarita Cascales, hasta el punto de dejar un descenso (en solo este tiempo) del 5%. Las previsiones son peores porque en el caso de esta firma, que además de trabajar con particulares recibe contrataciones de cadenas hoteleras y casas rurales para montar todo el cortinaje y el resto de textil necesario, "se han paralizado encargos con los que se contaba para seguir en los próximos años y mantener solo un día la tienda abierta cuesta mucho".

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