Huelva se mira en el espejo de otras ciudades y, a propuesta del Defensor del Onubense, a corto plazo las sanciones podrán conmutarse por servicios a favor de la comunidad. Como ya adelantó este periódico, los técnicos del Ayuntamiento han definido los protocolos a nivel jurídico y fiscal para acuñar la ordenanza que regule este procedimiento en la capital onubense. Una iniciativa que se materializará a partir del mes de abril y de la que ayer dio un avance el alcalde, Pedro Rodríguez, acompañado en rueda de prensa por el concejal de Economía y Empleo, Juan Carlos Adame, y por el promotor de esta normativa, Manuel Rodríguez.

El mecanismo que se establecerá persigue un doble objetivo: Más civismo y menos carga económica para los infractores, dentro de unos márgenes que excluyen, por ejemplo, las multas en materia tributaria. "Con esta iniciativa -apuntó el regidor-, el Ayuntamiento ofrece una actitud colaboradora con el ciudadano en estos tiempos de crisis, de forma que la ordenanza permitirá, por un lado, educar, sobre todo a los más jóvenes, ante determinados hechos ilícitos y, por otro, aliviar económicamente a los ciudadanos que han sido sancionados con una multa".

La normativa se hace eco de las sugerencias y propuestas que la Oficina del Defensor ha recibido de los propios ciudadanos, "ya que muchos de ellos -explicó Manuel Rodríguez- llegan a nosotros porque no pueden hacer frente a las multas, proponiéndonos una alternativa para cumplir son la sanción". Así, a esta ordenanza podrán acogerse desde menores de 16 años, con consentimiento del tutor legal, hasta adultos de cualquier edad que opten por esta modalidad de forma voluntaria y que no sean reincidentes. De la norma quedarán excluidas las personas jurídicas y sus representantes, cuando sean destinatarios de la sanción, así como los profesionales, autónomos y empleados en general multados en el ejercicio de su trabajo.

Habrá dos posibilidades para acogerse a esta conmutación: cambiar cada 30 euros de sanción por 5 horas de trabajos comunitarios o dedicar estas horas a la participación en cursos o talleres que imparta el Ayuntamiento relacionados con el objeto de la infracción.

Como precisó el concejal de Economía, las sanciones redimibles serán las que provengan de faltas leves y graves penalizadas económicamente en virtud de las Ordenanzas de Venta Ambulante y Mercadillo Tradicional, Parques y Jardines, Protección contra la Contaminación Acústica, Control y Acceso a calles peatonales, Estacionamiento e Higiene Pública, así como de las normas reguladoras del registro de animales potencialmente peligrosos y del régimen sancionador de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial de competencia municipal. Multas que, en conjunto, oscilan entre los 60 y 12.000 euros.

Asimismo, el Ayuntamiento intentará que los trabajos que se presten estén relacionados con la sanción, al objeto de que se cumpla de esta manera con la "función educadora". Estas labores se prestarán en apoyo en infraestructura, colaboración en albergue municipal y en centros sociales, así como actuaciones en polideportivos y escuelas deportivas.

De esta manera, como indicó el Defensor del Onubense, una persona que haya infringido una norma de tráfico podrá, por ejemplo, realizar labores de educación vial con la Policía Local; quien haya hecho una pintada trabajará en limpiarla; y el que haya sido multado por ensuciar la calle, la barrerá.

La nueva ordenanza también contempla la existencia de un tutor responsable, tanto para los cursos como para los trabajos, que dará cuenta de la asistencia del interesado y del cumplimiento de su sanción para determinar su condonación. En caso de incumplimiento, volverá a imponerse la sanción económica.