homenaje La comitiva realizó una ofrenda de flores en el monumento a la Virgen del Rocío

Angelus rociero en la Plaza Niña

  • Las Hermanas de la Cruz serán nombradas hermanas de honor de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Emigrantes · El Simpecado fue trasladado hasta su capilla donde hoy se celebra el acto

Hoy es día de fiesta en la Plaza Niña. En el convento de las Hermanas de la Cruz hay una alegría que traspasa los humildes muros. En su capilla se encuentra el Simpecado de la Hermandad de Emigrantes, hasta donde ha sido trasladado de manera excepcional con ocasión del nombramiento a las Hermanas de la Cruz como hermanas de honor de la hermandad rociera.

El acto de este reconocimiento será hoy, en la misa de las doce de la mañana, cuando se haga oficial. Mientras este momento festivo se vivía desde ayer mismo, cuando se trasladó el Simpecado. Los rocieros de Emigrantes se congregaron en El Punto para salir de aquí en comitiva hasta la Plaza Niña, con su presidente, Fernando Rodríguez, y la hermana mayor, Belén Requena. Punto neurálgico en la simbología rociera, donde está el monumento a la procesión de la Virgen del Rocío. Aquí se pararon, hubo ofrenda floral en el mismo momento en el que la concha peregrina se ponía frente a frente al monumento, recreando en el recuerdo ese momento en el que el Rocío amanece para Emigrantes en el Eucaliptal de la aldea, lo que no se pudo vivir el pasado año por la rotura del varal del paso de la Señora de Almonte.

Ambiente de Rocío para la mañana de enero. Los tamborileros de la hermandad abriendo un cortejo que tenía un destino, el reconocimiento a las Hermanas de la Cruz, con las que tienen una especial vinculación y son muchas las ocasiones en las que la carreta del Simpecado ha bajado por Santa Ángela de la Cruz para ponerse frente a la capilla de las Hermanas de la Cruz.

Ayer hubo ambiente festivo por Berdigón y Garcí Fernández, un itinerario breve pero especialmente intenso. La mañana soleada se abrió en la Plaza Niña para iluminar el Simpecado de la Concha Peregrina, una estampa singular era ver juntas a la Virgen de la Amargura, en su azulejo, y la del Rocío del Simpecado de Emigrantes, las que también están unidas como hermanas honoraria. Las Hermanas de la Cruz recibieron al Simpecado con las manos abiertas y quedó expuesto en su altar. El capellán Tomás García Torres dirigió el rezo del Ángelus, y se escuchó la siempre emocionante salve de los rocieros de Emigrantes. El coro luego siguió poniéndole plegarias al momento y el Simpecado quedó hasta hoy en la privacidad del convento.

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