Huelva

El cadáver de Mari Luz apareció a 5.200 metros del lugar al que lo arrojaron

  • La dirección del viento cambió el 7 de marzo, cuando se halló el cadáver, lo que fue decisivo para que el cuerpo llegara hasta el muelle · El fango del coche coincide con el de uno de los caminos de la zona

El cuerpo sin vida de Mari Luz Cortés, hallado el pasado 7 de marzo flotando en el agua frente al muelle de la Refinería de Cepsa, en la confluencia del Tinto y el Odiel, apareció a 5.200 metros del lugar en el que fue abandonado presuntamente por Santiago del Valle, internado en el centro penitenciario de Albolote como principal imputado en la desaparición y muerte de la pequeña.

El dato queda recogido en el informe realizado, a instancia de la Policía Nacional, por el grupo de investigación de Geología Costera de la Facultad de Experimentales de la Universidad de Huelva y ya en manos de la Policía.

La investigación y el completo informe desarrollado por los expertos de Geología Costera han sido claves para conocer la trayectoria que siguió el cadáver de la niña y vienen a determinar que el cuerpo permaneció todo el tiempo (desde la desaparición en la tarde del fatídico 13 de enero) en una zona interna de la marisma, en una charca, hasta que el 7 de marzo la corriente y el viento lo sacaron de la zona en la que se encontraba y lo arrastraron hasta el punto en el que fue avistado por los empleados de la Refinería, un recorrido de 5.200 metros.

Los geólogos han trabajado con la velocidad de la corriente y los vientos, localizando en pleamar la zona en que el cuerpo fue abandonado. La investigación ha desbaratado las informaciones que se dieron en los días posteriores al hallazgo del cadáver, que apuntaban a una marea excepcional aquel día. El 7 de marzo no hubo una marea excepcional. Los datos (reales) que aportó el mareógrafo ubicado en el muelle petrolero -facilitados a los geólogos por la Autoridad Portuaria- indicó que de los 54 días en los que Mari Luz Cortés permaneció desaparecida, en 15 días se registraron mareas mayores a la que hubo el día que apareció el cuerpo. La marea, por tanto, no fue un factor decisivo.

En conjunción con los registros del movimiento de las aguas, los expertos de la UHU han trabajado con la dirección del viento, que sí han tenido aportaciones determinantes.

Desde la desaparición de la pequeña el viento sopló todos los días hacia tierra, impidiendo el arrastre y empujando el cuerpo hacia el interior del Tinto. En esa tendencia hubo un cambio: el 7 de marzo el viento sopló en dirección contraria, hacia fuera, y facilitó la salida del cadáver desde el río.

Son dos las posibles localizaciones de la zona en la que el presunto asesino se deshizo del cuerpo de Mari Luz: el Estero del Rincón y el cauce principal del Tinto.

En paralelo al exhaustivo estudio de las mareas y vientos, los geólogos han llevado a cabo el análisis del fango que se encontraba en la ropa de la niña cuando fue hallado el cadáver. Se tomaron muestras de fango de las botas, la falda y el jersey.

Las piezas comenzaron a encajar. En estos análisis, se miraron unos elementos concretos, denominados lantánidos y actínidos (se conocen como tierras raras), que ofrecen un patrón característico: vienen a ser como el DNI del fango. Así, se ha comparado los fangos encontrados en la ropa de la pequeña con los de las dos zonas referidas para localizar donde fue abandonada Mari Luz.

Asimismo se han tomado muestras de los bajos del vehículo de la hermana de Santiago del Valle, Rosa. En su declaración, la presunta cómplice admitió que, a petición del pederasta, lo llevó en su coche a las inmediaciones del Carrefour (él llevaba consigo un carrito de la compra, en el que supuestamente escondió el cadáver para sacarlo de la casa en la Avenida de las Flores, sin levantar sospechas). Al otro lado de la carretera, frente a la superficie comercial, se encuentra el polígono que colinda con el Estero del Rincón.

Para completar la investigación del grupo de Geología Costera, se ha cotejado el fango de los bajos del coche con la tierra de los caminos (hay varios) que llevan al estero y aledaños: el de la estación depuradora de Huelva, otro por las Marismas del Titán y un tercero en los alrededores de las bassas de fosfoyesos hacia la tubería de Palos.

Los fangos del vehículo de la hermana del pederasta coinciden con uno de estos tres caminos y, por tanto, dan pistas del camino que pudo seguir el coche.

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