Los trabajadores del centro de salud de Los Rosales volvieron a concentrarse a las puertas de este centro asistencial, en la mañana de ayer. A esta cita se sumó la junta de personal de Atención Primaria que de este modo manifestaba su solidaridad con la compañera y su rechazo ante unos hechos que no dejan de repetirse tal y como evidencian las estadísticas. El pasado miércoles, una médico sufría una agresión en su propia consulta, a manos de una usuaria.

La directora del centro, María Jesús Camacho, explicó ayer que "el personal está muy preocupado por la situación que se vive", si bien indicó que han recibido el apoyo tanto del resto de compañeros de la asistencia sanitaria, como de sus directivos. De hecho, anunció que el próximo lunes mantendrá un encuentro con el director del Distrito Sanitario Huelva-Costa para tratar la situación y ver qué medidas pueden tomarse.

Una de ellas pasaría por dotar a este centro de salud de un vigilante de seguridad permanente, lo que entienden que tendría un efecto disuasorio ante posibles agresores, tal y como reclaman los trabajadores del centro consultados por este periódico. La situación a día de hoy pasa por el hecho de que el vigilante es compartido por varios centros de salud, por lo que los botones antipánico de los que fueron dotadas las consultas no resultan muy eficaces a la hora de la verdad si el vigilante se encuentra en el momento en el que se produce un acto de violencia en otro centro de salud.

La última agresión se produjo en la tarde del miércoles, cuando la médico se negó a conceder a la usuaria la baja laboral con lo que peligraba el cobro del desempleo. En ese momento, la paciente le lanzó un objeto, en concreto un archivador. La facultativa no ha cogido la baja ya que coincidió el suceso con que iniciaba unos días de vacaciones.